miércoles, 11 de enero de 2012

En mi mundo de dolor: Capítulo 7: Una dolorosa verdad

Ikuto Pov.

Iba bajando las escaleras cuando derrepente llagan las charas de Amu al lado mío con una expresión no muy buena en sus diminutas caras.

—Ikuto-kun— dijo la charita verde. 

— ¿Qué pasa Suu?— Dijo Yoru. Con que se llama Suu. 

— ¡Amu-chan se ha desmayado! — dijo ¿Ran?

— ¿En dónde? — pregunté alteradamente.

— Arriba, en el umbral de su cuarto — Sin nada más que decir subí casi como el súper héroe: “Flash”.

— ¡Amu! — grité su nombre para ver si reaccionaba o algo así. Llegué hasta ella, la tomé en brazos y la llevé a mi pieza, porque allí tenía más implementos en caso de que presentara fiebre. La recosté con mucha delicadeza y fui al baño por agua y paracetamol. En eso mi celular sonó desde mi bolsillo. Vi el nombre de la persona que me llamaba a las 9:00 de la noche; sí, era ella.

— ¿Aló? — pregunté yo como si no supiera de quién se tratase.

— ¿Ikuto? — preguntaron del otro lado.

— ¿Ahora qué demonios quieres? —pregunté fríamente.

— Moo… eres malo Ikuto-koi — Como detesto que me hable así.

— No soy tu novio — Del otro lado se escuchó que me maldecía a regañadientes. 


— En fin… ¡Me dejaste plantada! — Ups. Ahora sí estoy en un problema.

— Lo siento se me olvidó me olvidó nuestro compromiso — dije mientras me ponía el celular entre mi oreja y mi hombro para poder mojar la venda en caso de la fiebre. 

— ¡Esta es la tercera vez! — casi se me cae el teléfono. Ella no gritó, para ser más preciso rugió.

— Lo siento he estado muy ocupado, pero te lo- — 

— ¡No digas nada! ¿Con que encontraste a otra? — yo me quedé callado sin saber responder — pues bien — se escuchó una risita malvada del otro lado — Mandaré a mis agentes a que matan a tu familia y a tu… N-U-E-V-A P-R-E-F-E-R-I-D-A — Una de mis manos se empuñó.

— ¡Qué no se te ocurra hacerle nada! — mi reflejo en el espejo mostraba claramente mi ira.

— Ohh~ ¿Y qué me vas a hacer? ¿Matarme? Eso no lo creo niño bonito — 

— Mph…— como me fastidiaba.

— Pues bien, por complacerme estos últimos 3 meses, te daré otra oportunidad, ¿Te parece?—


—Muy bien, dame la fecha y la hora — no podía negarme. Ella todo lo controlaba, y en especial mi vida. Yo era su títere del placer. Me tenía para puro juego; quería casarse conmigo, tener una “gran familia feliz”, ser rica en dinero, matarme y luego quedarse con mi riqueza. En otras palabras era un perra en todos los sentidos. 

— Sii cariño, mañana en el motel “Two Lovers” a las 8:00 pm. ¿Qué te parece? Así te puedes ir más temprano; no espera… ¡Quédate a dormir! — su felicidad me daba asco.

— E-está bien — me costó mucho pronunciar esas palabras.

— ¡Muy bien! — gritó como boba. Luego le corté porque no quería si saber de su existencia; incluso la negaba. Regresé un poco mareado al lado de Amu, para no molestarla me fui a acostar en el sillón. Yoru se fue a la habitación de Amu para acompañar a las charas. Me quedé profundamente dormido. Alrededor de las 5:00 am. Me levanté con un terrible dolor de cabeza que hacía ver todo de colores. Me dirigí a la cama para ver si Amu seguía mejor, peor o algo parecido. Cuando llegué al lado de la cama, me percaté de que Amu no estaba en ella, me preocupé y grité al aire:

−¡Amu! – Sin embargo no recibí respuesta alguna. Cuando estuve a punto de ir con el reino de Roma a buscar a Amu por $1.000.000 millones de dólares, ella salió por la puerta del baño. 

− Moo Ikuto… Me duele la cabeza, y para peor tú gritas y tu voz resuena en mi cabeza como ventana en un terremoto– Ella seguía con la toalla el rededor del cuerpo, su cabello estaba suelto y seco por el tiempo estando al aire libre. 

− Eto… P-perdón – Me fijé en la situación en la que se encontraba A-…perdón; estábamos y si no me controlaba… no sabría que podría llegar a pasar. Amu supo enseguida que la miraba con una mirada devoradora y se le subieron los colores enseguida. 

− ¡Ikuto! – yo fijé mi cara hacia otro punto de la habitación.

− Acuéstate en mi cama, iré a la pieza y te traeré un pijama, ¿En dónde está? – Ella seguía ahí parada dada vuelta.

−En el primer cajón del clóset a la derecha – respondió sin mucho que decir. Me retiré silenciosamente dejando la puerta cerrada, mientras ella se veía ir a la cama para sentarse. 

Cuando al fin salí, solté un graaan suspiro. No podía soportar la idea, de tener a Amu, ahí, con sus piernas al aire, su cuerpo estaba siendo cubriendo por una pequeña toalla que apenas cubría sus muslos. Y yo ¿Qué hacía ahí? Claro; de pervertido. 

Fui a su pieza y entré muy cautelosamente por si los charas estuviesen durmiendo. Comprobé que lo estaban. Fui a su clóset y abrí las puertas. Además de una gran cantidad, había una gran cantidad de posters de Utau, cayéndose encima mío. Me salió una gotita en la nuca al estilo anime. 

− ¿Acaso nunca ordenó su closet al llegar aquí? – Extrañamente encontré una foto de Utau conmigo y, ante esto sonreí. Vi los cajones. ¿Izquierdo o derecho? Upss… lo olvidé. Me decidí por la izquierda. Al abrir el primero habían calzones y sostenes de varios colores; uno de los sostenes tenía un dibujo de un “conejito playboy”. ¿A su edad ya se piensa en “eso”? Entonces yo soy el que está un poco viejo. En una de mis investigaciones del “cajón especial” encontré una especie de…bueno, no lo diré, pero les digo que con sólo mirarlo me sonrojé. Lo devolví y me dirigí al segundo cajón. 

Allí encontré varios álbumes, uno de ellos decía: “Tadase y yo”. Lo abría y encontré varias fotos de ellos. En las últimas páginas encontré fotos de Amu besándose con Tadase. Estaba realmente enojado y furioso. Lo cerré de un golpe, lo dejé donde estaba, y luego fui a la segunda fila. Al fin encontré el dichoso pijama. Lo tomé de mala gana y regresé a la habitación.

− Ikuto, ¿Lo trajis- − Se lo tiré en las manos y me acosté en mi cama.
−¿Qué te pasa? – Me preguntó como si no pasara nada; bueno, en realidad ella no sabía que en su clóset había tenido varias sorpresas. 

−Nada, vístete rápido – Le di la espalda.

− ¿Quieres que me vista aquí? – preguntó temerosa.

− Para eso hay baño – le espeté.

− Es que…− ¿Qué había hecho ahora?

−¿¡QUÉ?! – estaba realmente enojado… ¿Por qué? No lo sé, quizás que estaba celoso, y jamás en mi vida se lo diría a la cara; mi orgullo me lo impedía, además, ella realmente no me gustaba ¿O si?

− El baño está inundado – Rayos y ahora me faltaba eso.

− ¿Qué le pasó ahora a esa mierda? – Amu me miraba con un poco de terror y curiosidad. 

− Cuando entré estaba así – me dijo casi como un susurro. Me dirigí al baño y efectivamente la cañería se había roto, y el baño parecía mar. Tuve que juntarla y en un intento de cerrarla de me abrió más, dejándome empapado, como si el mundo me odiara y todo me saliera mal. 

− ¡Maldita sea del demonio! – Grité furioso. Me tuve que sacar la camisa, dejarla a un lado y cortar el agua desde una manilla. Mis pantalones se mojaron un poco en la parte superior y mi trasero también ya que luego me senté en el suelo donde supuestamente estaba “seco” pero como mi mala suerte está viva hoy, quedé mojado ahí también. Salí del baño sin la camisa dejando mi torso al descubierto. 
Cuando salí del baño, Amu me miró de pies a cabeza y se sonrojó, como si nunca había visto a un hombre sin polera*…Pfff… que ridícula.

− ¡Ikuto! ¿Por qué saliste así? – Me preguntó. 

− Se rompió más la cañería – me puse en marcha hacia mi clóset de 4 puertas. 

− Ahh… − Saqué una toalla y unos pantalones. Me empecé a sacar los pantalones como si no hubiera nadie.

− ¡Vístete en otra parte! – sentí que me gritaba Amu.

Esta sería una gran oportunidad de molestarla.

AMU POV.

¿Qué se creía? ¿Stripper? Oh no… aunque su cuerpo no está nada mal… ¡Pero qué estás pensando Amu!

Me di vuelta rápidamente antes de que viera algo que no me convenía. 


− ¿Pero qué te pasa? Esta es MI pieza si no se te olvida, así que puedo pasearme desnudo las veces que quiera y cuando quiera – No podía contraargumentar. Estaba perdida, mi única opción era quedarme ahí. Ni si quiera había podido vestirme. Sentí que sus pantalones caían al suelo y de la nada me sonrojé y me tensé. Sentía que se dirigía a mí y un escalofrío recorrió mi espalda completa. No estaba equivocada, me abrasó por la espalda pegando su pecho en mí. Sentir su cuerpo hacía que me ponía los pelos de punta.

−¿Es que acaso te molesta tanto? – me preguntó. ¿Qué si me molestaba? Si soy sincera… no se podía describir en palabras. Para zafarme, corrí hasta el otro lado de la habitación. Ikuto obviamente me siguió. Llegué hacia la esquina entre la pared en la que estaba la puerta y la otra pared en la que estaba el clóset. Intenté correr por debajo de los brazos que me estaban acorralando pero me tropecé con el pantalón de Ikuto y se me resbaló la toalla de mi cuerpo, dejándome desnuda, una de las cosas que en el instante se me ocurrió fue abrasar a Ikuto, para que no me viera más de lo que vio. 

−¡No te muevas! – le grité; se quedó perplejo. No podía hacer nada, o por lo menos ahora. Miré a Ikuto. Estaba demasiado rojo. Como les dije anteriormente yo no soy completamente plana, de que tengo, tengo, y con eso supe porque Ikuto estaba tan rojo. Podía sentir como todos sus pensamientos más pervertidos pasaban por su mente. Algo al parecer lo estaba incomodando y sentía algo abajo, ahí en su entrepierna y mis muslos. Preferí no hacer comentarios ante eso.

Me miró detenidamente, como si me fuera a devorar con la mirada. Seriamente y decisivamente se acercó a mi rostro, ambos aún sonrojados y me besó. Cerré los ojos lentamente y dejé que él introdujera su lengua en mi boca. Poco a poco sentí que su mano recorría toda mi espalda hasta llegar a mi trasero. Yo en tanto, tocaba su espalda. Ikuto me empezó a presionar contra la pared. Nos separamos para tomar aire, luego me llevó hacia la cama en la cual me tiró encima y me observó. 

− Esto es muy vergonzoso – le dije intentando cubrirme con mis brazos. En cambio él me destapó con sus manos. 

− No lo creas así – me aseguró. Se puso encima de mí y me besó el cuello. Si no lo paraba ¿Quién lo pararía? Créanme que en este minuto, a mi tampoco lo harían, ambos ya perdimos la fuerza de voluntad de estar alejados uno del otro. 

Bendito y maldito celular.

Biiiipp… Biiiippp… 

Ikuto se levantó molesto, en especial cuando vio el número.

− ¿Ikuto… quién es? – Ikuto se convirtió en piedra, no supo responderme ni a mí, ni al teléfono. Puso el botón de colgar y se acostó al lado mío. Yo aún seguía sin ropa alguna, pero él había perdido el interés.
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*Polera= Es una playera osea la tela que una(o) se pone en el torso.

Gracias a todas las que me apoyaan en el blog, cuídense y gracias por los comentarios :D

4 comentarios:

  1. gracias por la historia pero es deprimente -.- HAS ALGO BUENO Y MATA A LA ZORRA DEL CUENTO PON UN RIVAL MASCULINO QUE SEA BUENA PERSONA COMO TADASE EN LA SERIE DE SHUGO CHARA PERO QUE NO SE ATREVA A LASTIMAR FISICAMENTE A NINGUNO DE LOS DOS NI QUE LOS AMENAZE DE MUERTE ademas asi no tiene gracia el chiste. -,- tambien te sugiero que pongas cosas magicas. como por ejemplo que amu sea capaz de participar en el prisma show esos personajes pertenecen a una serie de animme llamada pettry aurora dream si no las visto te recomiendo que lo veas eso si los capitulos estan hasta mas alla del capitulo 39 sin sub titulos la mayoria estan ingles solo puedes encontrar los primeros doce rey anime.com que deprimente verdad? si pudieras me gustaria que todos los capitulos. en sub ingles de youtube.com y los subtitulos al espanol onegai -,- tal vez te sirva para darte una idea mucho mas divertida ^.^

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    1. 1° no se si tomarme bien o mal tu comentario pero filo.
      2° son mis novelas si quiero la puedo tirar del segundo piso, si no, no y no me gustan las cosas mágicas prefiero algo más ¿Serio?
      3° No me gustan las de fantasía prefiero mucho gore, acción, volas' y volas'

      ¿Gracias?

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  2. este es resumen de una historia que combina todas ls series de anime que me han gustado shugo chara pettry aurora dream ^^ lyrical magical nanoha a's y kuroshitsuji y pokemon y jewel pet tinkle.^^ mi historia comienza con los personajes solo de shugo chara. Resumen: hinamori amu tiene de 16 años es una chica tímida dulce, pero sin embargo tiene un problema ella desde muy pequeña siempre fue tratada como una loca o como una nerd además por ser muy tímida nunca ha sido capaz de tener ningún amigo siempre sola pero luego llega un chico con sus amigos ese chico se llama tsukiyomi ikuto el ve a Amu de casualidad en la biblioteca y se comienza a dar cuenta a los pocos dias de llegado que siempre las personas la suelen marginar mucho el comienza a sentir atracción y curiosidad acerca de esa chica y sus amigos son hotori tadase que tiene 16 años la edad de amu mientras que ikuto tiene 17 años su otros amigos son fujisaki nagehiko de 17 años y souma kukai un chico de 15 años todos ellos se comienzan a dar cuenta que ikuto siempre anda muy distraído se preocupan por que el nunca quería decir nada pero por causas del destino ikuto y sus amigos vivirán al lado de la casa de amu pero ni amu ni ellos tienen idea de que se encontraran con nuevos personajes inesperados y terriblemente lindos y adorables surgirán descubrandolo ^^

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