miércoles, 11 de enero de 2012

En mi mundo de dolor: Capítulo 8: “Verdad descubierta”

Hola! Aquí estoy de nuevo pero con mi nuevo computador! Ahora si tengo instalado el Word, y la trama poco a apoco se va desarrollando, resulta que el capítulo 8 que escribí anteriormente no me gustó, la trama la debí desarrollado de otra manera, por lo que pienso hacer ahora. ¡sTArt!

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Capítulo 8: “Verdad descubierta”

Amu Pov.

Como había dicho anteriormente, Ikuto ya había perdido el interés en mí. Algo había cambiado esa estúpida llamada. Si no hubieran llamado… ¡Pero que estoy diciendo! A mí NO me gusta Ikuto de ninguna manera! ¿O si? Bueno, quizás que si… ¡Noo! Moo! Estoy muy confundida.

Ikuto se levantó, se puso ropa y antes de salir le dije:

─ ¿Adónde vas? ─ Estaba algo preocupada.

─ Bueno, tengo cosas…que hacer ─ dijo con voz entre cortada.

─ ¡No llegues tarde! ─ Le alcancé a gritar antes de que desapareciera tras la puerta.
No soy tonta. Corrí a mi pieza, una vez que me asegurara de que Ikuto ya había desaparecido tras las escaleras. Me puse ropa lo más rápido posible. Consistía de una polera sin hombros, una polera de pavilo abajo, calzas y shorts. Es de noche, por lo tanto también llevé una chaqueta.
Por suerte Ikuto no salió en auto, así que lo seguí a escondidas. Por suerte no se dio cuenta. Llegó … ¡¿A UN MOTEL?!

Casi me desmayo. Por suerte la “encargada” estaba medio dormida, así que una vez que Ikuto habló con ella, siguió durmiendo, lo que me facilitó escabullirme para seguir a Ikuto. El pasillo era amplio y parecía que nunca terminaría. A los lados habían varias puertas. Entró a una habitación con el número 25. Puse mi oreja pegada a la puerta. Lo que escuché fue algo que me rompió el corazón:

─ ¡Ikuto mi amor! ─ Se escuchó la voz de una mujer. Bueno, a decir verdad parecía una niña mimada.

─ Hola Hiromi ─ la voz de Ikuto se escuchaba apagada, sin vida.

─ Moo! ¿No lo puedes hacer con cariño? ─ Preguntó la “mujer”.

─ No estoy de humor ─ respondió con una voz muy fría.

Mmm…¿Y si jugamos a un juego? ─ Se escuchó como si hubiesen tumbado a alguien en la cama.

─ No suena muy interesante ─ pegué más mi oreja.

─ Pero esa es la cosa… Hacerlo interesante ─ Silencio. De la nada se escuchó un gemido, seguramente provenido de la mujer.

─ ¿Por qué no me dejas en paz? ─ preguntó Ikuto.

─ Creo que es porque estamos comprometidos mi querido amor ─ ¿Qué? Me caí de rodillas al suelo.

─ No lo creo Hiromi, este compromiso lo creaste tú, tu padre y el mío ─ Aún no podía creer nada.

─ Bueno, bueno, lo hecho, hecho está; así que esta noche solo diviértete. Oye, antes ¿No habías escuchado un ruido? ─ Me quedé de piedra.

─ No, para nada ─ Después de eso, no se escuchaban más que gemidos, gritos, orgasmos. Cosa que lo único que hizo es que me pusiera a llorar y salir de allí corriendo.

¿Ikuto no me quería? ¿Quién era “ella”?

Llegué a mi casa destruida. Las chicas intentaron hablar conmigo, pero no hubo caso. Antes de que me quedara dormida, me acordé de Yoru.  Él debía saber la verdad. Partí casi volando a la pieza de Ikuto.

─ ¡Yoru! ─ De un punto incierto de la habitación vi a una pequeña cosa voladora llegando a mis brazos.
─ ¿Qué pasa-nya? ─ dijo medio adormilado.

─ Quiero que me expliques TODO sobre esa tipa que se hace llamar “HIROMI”, o como su maldito nombre sea ─

─ Pero yo tengo prohibido hablar de ese tema ─ dijo ladeando negativamente la cabeza.
─ Lo siento pero esto es más importante ─ Yoru lo pensó un rato.

─ Gomen-nya, pero te repito que tengo prohibido hablar de ese tema ─ Tenía cara de preocupado. Finalmente lo solté y me di por vencida.

─ ¡Espera-nya! ─ me paré justo cuando estaba abriendo la puerta ─ Ve a la biblioteca y busca el estante 55. Allí encontrarás más respuestas, y recuerda, ella se llama Kaumi Hiromi ─ Antes de salir le dije:

─Gracias Yoru ─ Me fui volando hacia la única biblioteca de la ciudad, sin antes tomar mi cartera por si acaso. La de la casa no tenía estantes, por eso supuse que tenía que ir a la biblioteca central. Para suerte de mí, estaba abierta, claro que apunto de cerrar.

─ E…ahg…estantería…ah…ah…55 ─ El señor me ofreció agua y me llevó a un lugar con mucho polvo y paredes de cemento. El hombre era alto, unos 20 años, pelo café, ojos ámbares como los míos, nariz respingada y pecas. Realmente era muy atractivo.

─ Hace poco que se hizo esta estantería, por lo que aún no está muy remodelada. Por cierto el  lugar que usted busca es un lugar lleno de testamentos y cosas así ─

─ Ajá ─ Respondí yo.

Abrió una misteriosa puerta. Adentro todo era muy cambiado, estaba lleno de muebles hermosos y una ventana gigante. A los costados 2 estantes. No era muy espacioso, pero alcanzaba todo es su lugar. Había una mesa junto con 4 sillas a los costados de esta. Me senté en una de ellas, mientras que el señor buscaba una escalera. Pronto la armó y me preguntó:

─ Muy bien señorita… ¿Qué documento quiere buscar? ─ Que buena pregunta. Pero me acordé de Yoru: Kaumi Hiromi. Entonces supuse que tendría que buscar todo lo relacionado entre esa familia y la de Ikuto.

─ Los lazos de las familias Tsukiyomi y Kaumi ─ el señor ladeó positivamente la cabeza, subió unos cuantos escalones de la escalera y extrajo unos cuantos papeles doblados finamentes. Claro, que después me di cuenta que eran tres cartas.

─ ¿Las leerá aquí las escrituras? Lamentablemente vamos a cerrar, así que si desea llevárselos necesitaremos su carnet y número de teléfono ─

─ Creo que me los llevaré, gracias ─ tomé las cartas y el señor me llevó al salón central, en donde le dejé mi carnet y el número de mi celular.

─ ¿Usted no es de la familia Tsukiyomi? ─ preguntó el señor un poco pálido. Para mentir un poco le dije:
─ En parte sí, soy la hija adoptiva ─ dije mientras sonreía.

─En ese caso estará bien que se las lleve, si es de la familia, no importa mucho ─ sonrió mientras su piel cambiaba a su color natural ─ si no fuera de ella, tendría que haberle pedido la clave ─ Suspiré para mis adentros, de no ser así, hubiera tenido que arrancar ─ En fin, en una semana más tiene plazo para entregármelas, hasta luego ─

─ Muchas gracias, adiós ─ ¡Era muy atractivoooo! No te encuentras todos los días con un mino así de rico, atendiéndote en la noche ¿O si? En fin. Llegué a la casa silenciosamente. Al entrar la criada llamada Yukari me habló:

─ Señorita Amu, ¿En dónde estaba? ─ Mentira a la vista.

─ He, pues bien, pasé a ver una amiga ─ le dije, mientras subía las escaleras.

─ Está bien, ¿Le llevo algo a su habitación? ─ Ahora que lo pensaba tenía algo de hambre por lo que le pedí lo siguiente:

─ Unas galletas y una leche estarán bien ─ una vez que subí a mi pieza abrí las cartas. No estaban selladas ni nada por el estilo, pero de todas maneras hay que tener cuidado. Abrí la primera, y solo contenía un acuerdo entre el señor Kaumi y el señor Tsukiyomi, la segunda era más o menos lo mismo, solo que otros terrenos. Pero la tercera trataba de los matrimonios entre la hija del señor Kaumi e el hijo del señor Aruto: Kaumi Hiromi y Tsukiyomi Ikuto.

Decía algo más o menos así:

Yo Kaumi Kei acepto el lazo entre Tsukiyomi Ikuto y mi hija Kaumi Hiromi. Durante 1 año convivirán juntos como marido y mujer,  hasta que se rompa el año, y, si desean estar juntos, lo estarán, pero si no, cada uno irá por su propio destino.

Me daba una pena gigante. Esto era un compromiso arreglado. Tenía ganas de caer al suelo muerta de una vez por todas. Las chicas llegaron de improviso:

─ ¡Amu-chan! ─ gritaron todas a la vez.

─ ¿Qué pasa? ¿En dónde estaban? ─

─ Esas preguntas deberíamos hacerlas nosotras ¿No crees? ─ dijeron un poco enfadadas.

─ Gomen, estaba investigando un poco ─ sonreí forzadamente.

─ Mmm…Amu en lo que sea que estés haciendo, porfavor ten cuidado; por ahora no te preguntaremos, porque estamos cansadas de tanto buscarte ─ dijo Dia.

─ Si, se los contaré todo mañana a primera hora ─

─ Aunque ya sea “mañana” ─ dijo Suu con su risita característica.

─ Tienes razón, dentro de un rato me acostaré ─ todas miraron mis manos al mismo tiempo, pero comprendieron que era un tema importante, y que no era para hablarlo ahora. Se fueron todas al canasto, se encerraron en su huevo, y dentro de poco las 4 dormían pacíficamente.

Ya eran como las 3:00 de la mañana. La carta seguía, pero no tenía mucho sentido de la realidad como para seguir leyendo.  Así que coloqué la hoja en su respectiva carta y las dejé encima de mi velador, para seguir leyendo al día siguiente. Tenía ganas de relajarme un poco antes de dejarme llevar por el sueño, así que tomé mi pijama, unas toallas y me dirigí al baño, para recibir un delicioso baño de espuma. No sé cuando, pero me quedé dormida en plena bañera.

Ikuto POV.

Esa perra de Hiromi ya me tiene harta con su juego, ni si quiera se porque le hago caso, si el compromiso de casados aún no empezada y para peor de todo soy solo un juguete. Gracias a ella mi vida se irá por el desagüe y jamás volverá.

Amu, si, el único nombre que de verdad me importa en este planeta. Aún no estoy segura si es de verdad amor, ya que nunca lo había sentido antes.

En fin. La cosa es que Hiromi sólo quiere mi dinero, mi vida, y el placer que supuestamente le doy todas las veces que lo necesita. Porfavor no me odien, entiendan que tan solo soy un perro para ella, y aunque me moleste, no puedo hacer nada al respecto.

La respuesta es simple: Es la típica hija rica que lo quiere todo y se lo pide a su “papi”. Mi papá trabaja para ese “papi”, y si su querida hija se quiere violar al hijo de cualquier empleado, él obviamente negociará suciamente. Ese hijo soy yo.

Verán, Hiromi “supuestamente” se enamoró de mí, lo que causó que el padre de esa PU…mujer le dijera a mi padre: ─ O pones a mi hija en compromiso con el tuyo o nunca más volverás a esta empresa ─ Aunque mi padre tiene harta plata, no es más que un espejo, esta casa se la dio ese señor llamado … ¿Kei? En fin. Si mi padre pierde ese trabajo, en pocas palabras, lo pierde todo. La casa, el dinero, yo creo que incluso su propia familia. Pero la cosa es que el estúpido señor ahora junto con mi padre me obligan a casarme con esa perra.

Por lo menos es un año. Dentro de un año seré libre. Sí; dentro de unos meses nos casaremos, cuando Hiromi y yo cumplamos los 18. Falta bastante, estamos en Enero y mi cumpleaños es en Diciembre. No me pregunten cuando los cumple la perra.

Ahora mismo estoy vistiéndome para dirigirme a mi casa. Otra noche más (o una del pilar) que la paso con ella. Estoy harto de complacerla en todo. En las compras, fiestas y en la cama. Ahora la mayoría del mundo sabe que soy el supuesto novio de ella. Por suerte no lo sabe Amu; o eso es lo que creo. En fin, salí de allí como a las 5:00 am. Llegué demasiado cansado, una noche de sexo te deja muerto en especial mi amigo.

Tenía ganas de ver a Amu. Por lo que llegué a su habitación primero. Una vez adentro me aseguré de que no estaba dormida. Llegué a su velador. Cartas. Eso es lo que vi. Tres cartas estaban en el velador de Amu. El pánico entró en mí. Sabía lo que contenían las cartas, las reconocería en cualquier parte. Son las cartas que mi padre con el señor Kei firmaron con respecto a mi compromiso con Hiromi.
¿Qué sabía Amu ahora?

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Hola! Ahora si lo hice :P genial no? See estoy un poco agotada con respecto a escribir, escribi bastante y ahora la trama va bien o no? Jjejejej comenten y denle me gusta, estaré esperando la opinión de ustedes, mis queridas lectoras.
Bye!

(Para todas mis seguidoras del blog muchos gracias ^^ y por cierto, antes habia hecho otro, y lo habia publicado en otra página, pero resulta que no me gusto :/)

En mi mundo de dolor: Capítulo 7: Una dolorosa verdad

Ikuto Pov.

Iba bajando las escaleras cuando derrepente llagan las charas de Amu al lado mío con una expresión no muy buena en sus diminutas caras.

—Ikuto-kun— dijo la charita verde. 

— ¿Qué pasa Suu?— Dijo Yoru. Con que se llama Suu. 

— ¡Amu-chan se ha desmayado! — dijo ¿Ran?

— ¿En dónde? — pregunté alteradamente.

— Arriba, en el umbral de su cuarto — Sin nada más que decir subí casi como el súper héroe: “Flash”.

— ¡Amu! — grité su nombre para ver si reaccionaba o algo así. Llegué hasta ella, la tomé en brazos y la llevé a mi pieza, porque allí tenía más implementos en caso de que presentara fiebre. La recosté con mucha delicadeza y fui al baño por agua y paracetamol. En eso mi celular sonó desde mi bolsillo. Vi el nombre de la persona que me llamaba a las 9:00 de la noche; sí, era ella.

— ¿Aló? — pregunté yo como si no supiera de quién se tratase.

— ¿Ikuto? — preguntaron del otro lado.

— ¿Ahora qué demonios quieres? —pregunté fríamente.

— Moo… eres malo Ikuto-koi — Como detesto que me hable así.

— No soy tu novio — Del otro lado se escuchó que me maldecía a regañadientes. 


— En fin… ¡Me dejaste plantada! — Ups. Ahora sí estoy en un problema.

— Lo siento se me olvidó me olvidó nuestro compromiso — dije mientras me ponía el celular entre mi oreja y mi hombro para poder mojar la venda en caso de la fiebre. 

— ¡Esta es la tercera vez! — casi se me cae el teléfono. Ella no gritó, para ser más preciso rugió.

— Lo siento he estado muy ocupado, pero te lo- — 

— ¡No digas nada! ¿Con que encontraste a otra? — yo me quedé callado sin saber responder — pues bien — se escuchó una risita malvada del otro lado — Mandaré a mis agentes a que matan a tu familia y a tu… N-U-E-V-A P-R-E-F-E-R-I-D-A — Una de mis manos se empuñó.

— ¡Qué no se te ocurra hacerle nada! — mi reflejo en el espejo mostraba claramente mi ira.

— Ohh~ ¿Y qué me vas a hacer? ¿Matarme? Eso no lo creo niño bonito — 

— Mph…— como me fastidiaba.

— Pues bien, por complacerme estos últimos 3 meses, te daré otra oportunidad, ¿Te parece?—


—Muy bien, dame la fecha y la hora — no podía negarme. Ella todo lo controlaba, y en especial mi vida. Yo era su títere del placer. Me tenía para puro juego; quería casarse conmigo, tener una “gran familia feliz”, ser rica en dinero, matarme y luego quedarse con mi riqueza. En otras palabras era un perra en todos los sentidos. 

— Sii cariño, mañana en el motel “Two Lovers” a las 8:00 pm. ¿Qué te parece? Así te puedes ir más temprano; no espera… ¡Quédate a dormir! — su felicidad me daba asco.

— E-está bien — me costó mucho pronunciar esas palabras.

— ¡Muy bien! — gritó como boba. Luego le corté porque no quería si saber de su existencia; incluso la negaba. Regresé un poco mareado al lado de Amu, para no molestarla me fui a acostar en el sillón. Yoru se fue a la habitación de Amu para acompañar a las charas. Me quedé profundamente dormido. Alrededor de las 5:00 am. Me levanté con un terrible dolor de cabeza que hacía ver todo de colores. Me dirigí a la cama para ver si Amu seguía mejor, peor o algo parecido. Cuando llegué al lado de la cama, me percaté de que Amu no estaba en ella, me preocupé y grité al aire:

−¡Amu! – Sin embargo no recibí respuesta alguna. Cuando estuve a punto de ir con el reino de Roma a buscar a Amu por $1.000.000 millones de dólares, ella salió por la puerta del baño. 

− Moo Ikuto… Me duele la cabeza, y para peor tú gritas y tu voz resuena en mi cabeza como ventana en un terremoto– Ella seguía con la toalla el rededor del cuerpo, su cabello estaba suelto y seco por el tiempo estando al aire libre. 

− Eto… P-perdón – Me fijé en la situación en la que se encontraba A-…perdón; estábamos y si no me controlaba… no sabría que podría llegar a pasar. Amu supo enseguida que la miraba con una mirada devoradora y se le subieron los colores enseguida. 

− ¡Ikuto! – yo fijé mi cara hacia otro punto de la habitación.

− Acuéstate en mi cama, iré a la pieza y te traeré un pijama, ¿En dónde está? – Ella seguía ahí parada dada vuelta.

−En el primer cajón del clóset a la derecha – respondió sin mucho que decir. Me retiré silenciosamente dejando la puerta cerrada, mientras ella se veía ir a la cama para sentarse. 

Cuando al fin salí, solté un graaan suspiro. No podía soportar la idea, de tener a Amu, ahí, con sus piernas al aire, su cuerpo estaba siendo cubriendo por una pequeña toalla que apenas cubría sus muslos. Y yo ¿Qué hacía ahí? Claro; de pervertido. 

Fui a su pieza y entré muy cautelosamente por si los charas estuviesen durmiendo. Comprobé que lo estaban. Fui a su clóset y abrí las puertas. Además de una gran cantidad, había una gran cantidad de posters de Utau, cayéndose encima mío. Me salió una gotita en la nuca al estilo anime. 

− ¿Acaso nunca ordenó su closet al llegar aquí? – Extrañamente encontré una foto de Utau conmigo y, ante esto sonreí. Vi los cajones. ¿Izquierdo o derecho? Upss… lo olvidé. Me decidí por la izquierda. Al abrir el primero habían calzones y sostenes de varios colores; uno de los sostenes tenía un dibujo de un “conejito playboy”. ¿A su edad ya se piensa en “eso”? Entonces yo soy el que está un poco viejo. En una de mis investigaciones del “cajón especial” encontré una especie de…bueno, no lo diré, pero les digo que con sólo mirarlo me sonrojé. Lo devolví y me dirigí al segundo cajón. 

Allí encontré varios álbumes, uno de ellos decía: “Tadase y yo”. Lo abría y encontré varias fotos de ellos. En las últimas páginas encontré fotos de Amu besándose con Tadase. Estaba realmente enojado y furioso. Lo cerré de un golpe, lo dejé donde estaba, y luego fui a la segunda fila. Al fin encontré el dichoso pijama. Lo tomé de mala gana y regresé a la habitación.

− Ikuto, ¿Lo trajis- − Se lo tiré en las manos y me acosté en mi cama.
−¿Qué te pasa? – Me preguntó como si no pasara nada; bueno, en realidad ella no sabía que en su clóset había tenido varias sorpresas. 

−Nada, vístete rápido – Le di la espalda.

− ¿Quieres que me vista aquí? – preguntó temerosa.

− Para eso hay baño – le espeté.

− Es que…− ¿Qué había hecho ahora?

−¿¡QUÉ?! – estaba realmente enojado… ¿Por qué? No lo sé, quizás que estaba celoso, y jamás en mi vida se lo diría a la cara; mi orgullo me lo impedía, además, ella realmente no me gustaba ¿O si?

− El baño está inundado – Rayos y ahora me faltaba eso.

− ¿Qué le pasó ahora a esa mierda? – Amu me miraba con un poco de terror y curiosidad. 

− Cuando entré estaba así – me dijo casi como un susurro. Me dirigí al baño y efectivamente la cañería se había roto, y el baño parecía mar. Tuve que juntarla y en un intento de cerrarla de me abrió más, dejándome empapado, como si el mundo me odiara y todo me saliera mal. 

− ¡Maldita sea del demonio! – Grité furioso. Me tuve que sacar la camisa, dejarla a un lado y cortar el agua desde una manilla. Mis pantalones se mojaron un poco en la parte superior y mi trasero también ya que luego me senté en el suelo donde supuestamente estaba “seco” pero como mi mala suerte está viva hoy, quedé mojado ahí también. Salí del baño sin la camisa dejando mi torso al descubierto. 
Cuando salí del baño, Amu me miró de pies a cabeza y se sonrojó, como si nunca había visto a un hombre sin polera*…Pfff… que ridícula.

− ¡Ikuto! ¿Por qué saliste así? – Me preguntó. 

− Se rompió más la cañería – me puse en marcha hacia mi clóset de 4 puertas. 

− Ahh… − Saqué una toalla y unos pantalones. Me empecé a sacar los pantalones como si no hubiera nadie.

− ¡Vístete en otra parte! – sentí que me gritaba Amu.

Esta sería una gran oportunidad de molestarla.

AMU POV.

¿Qué se creía? ¿Stripper? Oh no… aunque su cuerpo no está nada mal… ¡Pero qué estás pensando Amu!

Me di vuelta rápidamente antes de que viera algo que no me convenía. 


− ¿Pero qué te pasa? Esta es MI pieza si no se te olvida, así que puedo pasearme desnudo las veces que quiera y cuando quiera – No podía contraargumentar. Estaba perdida, mi única opción era quedarme ahí. Ni si quiera había podido vestirme. Sentí que sus pantalones caían al suelo y de la nada me sonrojé y me tensé. Sentía que se dirigía a mí y un escalofrío recorrió mi espalda completa. No estaba equivocada, me abrasó por la espalda pegando su pecho en mí. Sentir su cuerpo hacía que me ponía los pelos de punta.

−¿Es que acaso te molesta tanto? – me preguntó. ¿Qué si me molestaba? Si soy sincera… no se podía describir en palabras. Para zafarme, corrí hasta el otro lado de la habitación. Ikuto obviamente me siguió. Llegué hacia la esquina entre la pared en la que estaba la puerta y la otra pared en la que estaba el clóset. Intenté correr por debajo de los brazos que me estaban acorralando pero me tropecé con el pantalón de Ikuto y se me resbaló la toalla de mi cuerpo, dejándome desnuda, una de las cosas que en el instante se me ocurrió fue abrasar a Ikuto, para que no me viera más de lo que vio. 

−¡No te muevas! – le grité; se quedó perplejo. No podía hacer nada, o por lo menos ahora. Miré a Ikuto. Estaba demasiado rojo. Como les dije anteriormente yo no soy completamente plana, de que tengo, tengo, y con eso supe porque Ikuto estaba tan rojo. Podía sentir como todos sus pensamientos más pervertidos pasaban por su mente. Algo al parecer lo estaba incomodando y sentía algo abajo, ahí en su entrepierna y mis muslos. Preferí no hacer comentarios ante eso.

Me miró detenidamente, como si me fuera a devorar con la mirada. Seriamente y decisivamente se acercó a mi rostro, ambos aún sonrojados y me besó. Cerré los ojos lentamente y dejé que él introdujera su lengua en mi boca. Poco a poco sentí que su mano recorría toda mi espalda hasta llegar a mi trasero. Yo en tanto, tocaba su espalda. Ikuto me empezó a presionar contra la pared. Nos separamos para tomar aire, luego me llevó hacia la cama en la cual me tiró encima y me observó. 

− Esto es muy vergonzoso – le dije intentando cubrirme con mis brazos. En cambio él me destapó con sus manos. 

− No lo creas así – me aseguró. Se puso encima de mí y me besó el cuello. Si no lo paraba ¿Quién lo pararía? Créanme que en este minuto, a mi tampoco lo harían, ambos ya perdimos la fuerza de voluntad de estar alejados uno del otro. 

Bendito y maldito celular.

Biiiipp… Biiiippp… 

Ikuto se levantó molesto, en especial cuando vio el número.

− ¿Ikuto… quién es? – Ikuto se convirtió en piedra, no supo responderme ni a mí, ni al teléfono. Puso el botón de colgar y se acostó al lado mío. Yo aún seguía sin ropa alguna, pero él había perdido el interés.
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*Polera= Es una playera osea la tela que una(o) se pone en el torso.

Gracias a todas las que me apoyaan en el blog, cuídense y gracias por los comentarios :D

Academia del amor: Capítulo 4

Llamando Yuuki a Tierra; Tierra a Yuki ¿Me escucha srta. Yuki? 
No podía reaccionar aún. Todas las miradas de hombres se fijaban en mi; y las de las mujeres en Zero, obviamente. Mi papá con una voz quebrantada dijo:
−Porfavor todos los mencionados pasen al escenario a presentarse – Yo calladamente me levanté y me paré en el escenario junto a todos los de la realeza. Se me olvidó mencionarles que los de la realeza pueden ser de la misma o diferentes alianzas, eso no importaba mucho.
− Buenas tardes mi nombre es Hisashi Kyo y soy el Rey este año. Estoy en la alianza Roja – Todas las mujeres quedaron encantadas, puesto que era un joven muy apuesto, tenía mechones hasta los hombros de color café y unos ojos verdes oscuros muy finos. Su tez era blanca. Luego siguió la Reina:
− Hola. Mi nombre es Kiara Mitsuri y yo soy la reina. Estoy en la alianza Azul – Ella era más fina. Tez albina, ojos cafés y pelo de color ámbar. Mientras se presentaba tomaba uno de sus mechones y se lo enredaba en los dedos con cara de aburrida. Luego siguió Zero:
− Soy Kiryuu Zero y soy el Príncipe, estoy en la alianza Verde – Wow pero de todas las presentaciones, esta era la peor. Vaya que príncipe más fome. Aunque haya dicho poco, en los celulares de las chicas corrían los mensajes: “¿Lo viste? Mijito ricooo ♥” o “Wow al fin algo de calidad ¿no?”. Pero en fin, llegó mi turno de presentarme y elegí mi carácter de híperventiladamente simpática.
− ¡¡Hola chicos!! Mi nombre es Cross Yuki y soy la princesa, soy de la alianza verde y estoy muy feliz de estar aquí – hice una reverencia, me paré y esperé a que continuara la ceremonia. No sé si les habré caído bien o mal, pero algo me decía que ya habían empezado los rumores. 
− Muy bien, (sñif) ahora se pueden sentar (sñif) y disfrutar el concierto ¡¡de los Súper Juniors!! – Estaba llorando y a la vez feliz. No lo entiendo, pero en fin, es mi papá. Zero bajó conmigo pero luego lo perdí de vista. A mí me gustan los Súper Juniors, pero ahora deseaba descansar. Cuando iba de ida a mi habitación me encontré con el tipo el cual acompañaba a Zero ayer. Al parecer también formaba parte de la academia. Al pasar por al lado de él me percaté de que tenía un olor especial, un olor como al de Zero, como… un Vampiro. Pero eso no podía ser, ¿O sí? Mi papá nunca me habló de Zero y su pasado, y tampoco estoy segura si era mi imaginación, porque de todas maneras no he presentado mucho interés por ser una, aunque ya fuera una. 
Llegué a mi habitación sin problemas y con un sueño que me dominaba completamente, pero lo que no pude evitar fue escuchar un ruido al frente de mi puerta. Era como si una persona estuviera intentando forzar la puerta y entrar. De pronto se escuchó un grito ahogado y … silencio. Me dio mucho miedo y a la vez curiosidad. Por si acaso tomé una vara de metal que se encontraba cerca de mi velador y abrí la puerta lentamente. Ahí encontré a un Vampiro Nivel E. Mi padre me había contado que son aquellos vampiros que los convirtió un vampiro Pura Sangre y que alcanzaron un nivel de locura a causa de la sangre que necesitaban beber. 
El vampiro que yacía ahí se encontraba con el cuerpo de una alumna, absorbiendo la sangre desde su cuello. Como no supe que hacer le pegué con la vara, y mientras estaba atontado, tomé a la estudiante y la llevé a mi cuarto. Cuando cerré la puerta el vampiro empezó atacar la puerta desesperadamente. No sabía qué hacer; estaba asustada y la adolescente había perdido la conciencia notablemente. En un intento de sobrevivir, abrí la puerta (para que no la rompiera y no me tuviera que trasladar a otra CON puerta) y le pegué todo lo que pude, claro que él no se rendía. En una me quitó la vara y se tiró encima de mí.
− Mmmm… se nota que estás bien sabrosa, ¿Me das de tu sangre? – de su aliento salía un olor asqueroso a sangre. Pasó su lengua alrededor de mi cuello y me mordió. Sentía cómo la sangre era succionada por él. Pero sólo pasaron unos segundos, porque después llegó Zero con su pistola y le disparó con tal furia que después de disparar una vez, lo hizo otras 2 veces. El vampiro se convirtió en arena. Yo me tapé los hoyos de los colmillos con la mano.
− Yuki, ¿Estás bien?— Preguntó Zero algo… ¿Preocupado?
− Estee… si estoy bien – sonreí para él. Pero la que no estaba tan bien como yo era la niña de adentro así que le dije:
− Este vampiro atacó a una de nuestras compañeras y la dejó inconsciente, así que hay que llamar al- − justo en ese momento el director apareció junto con ese tal “Kai”, con una caja de primeros auxilios. 
− ¡Yuki! ¿Estás bien? – Preguntó mi padre. 
− Mmm… sí, estoy bien – pero algo me delataba la sangre de mi cuello escurría entre mis dedos haciendo que fuera más notorio.
− Yukiii – mi papá tenía ese garabato de estar enojado porque había mentido. Kai se me acercó y me pasó alcohol por el cuello, después colocó una venda. 
− Listo, dentro de unos días estará mejor y te lo podrás sacar – mi papá estaba muy preocupado, de todas maneras él era el director. 
− Estee… Yuki, él es Jiro Kai y es un vampiro, igual que tú, salvo que él no es un pura sangre, es de dinastía Vampírica-Humana. Vendrá a quedarse a la academia por algunos meses por asuntos internos – “Asuntos internos” eso me sonaba más sospechoso, y mi papá no creo que se haya dado cuenta. 
−Ahora Yuki ve a descansar, ¡Ah! Pero antes debo darte una noticia sobre Z- − Kai lo hizo callar.
− Otro día se lo dices ahora debe estar agotada – En eso Zero se fue a su habitación. ¡Gran sorpresa que me llevé cuando lo vi entrar en la habitación de al frente de la mía!
− Mmm…msí, gracias – dije media sin nada qué decir, después dije – ¡Director! Hay una niña inconsciente ahí en mi habitación. Fue mordida por ese vampiro, así que hay que borrarle la memoria ¿No? – El único que borraba la memoria era el profesor Stein, (N/A: ¿Les suena parecido? Jjajjaja si es un poco de corssover, pero encontré que sonaría interesante si lo ponía en la historia) tiene el pelo blanco, tez blanca, ojos claros verdosos y unos puntos sobre su cara. Tenía una especie de “tornillo gigante” que se lo ajustaba de vez en cuando. Era un genio. Kai se llevó a la muchacha a enfermería y mi padre se fue a su despacho. Yo me fui a dormir. ¿Por qué un Vampiro habrá entrado?
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Hasta aquí las dejo. Estoy enferma y como se los prometí igual escribí, ahora me voy a dormir un rato porque creo que tengo fiebre. Cuídense y recuerden los 6 me gusta y los 6 Comentarios bye! (en facebook en fanfiction todas las que me pusieron como su historia favorita son unas fomes por nunk dejan comentarios, no todas pero la mayoría)

Academia del amor: Capítulo 3

Yuuki POV.
Me desperté temprano, y aunque igual no podía dormir; tenía sueño. ¿Poder dormir? No me lesees, ya tengo suficiente con lo que pasó el Viernes. Una madre preocupada, un terremoto que solo se sintió en Tokio y más encima Zero ocultaba ciertas cosas. ¿Qué tan chicos serán esos secretos? No lo sabía. Y aunque no me importaba, TENÍA que averiguarlo. No sé por qué tenía que saberlo. Es algo que me involucra a mí. Algo me olía mal en eso. 
Pasado mañana iba a ir al internado. Suena un poco mal “internado” pues es como si estuviera en el servicio militar, pero de todas maneras mi papá lo hace de manera divertida, porque si fuera solo de hombres o solo de mujeres quedaría la embarrada, ¿No creen? 
Ahora me dirijo al mall con mi mamá, a comprarme ropa nueva, porque al parecer estoy con ropa a lo fuera de moda. Una vez que llegué allá, todo estaba muy colorido. Como estamos en verano, a todas las mujeres les agarra la onda de los colores. Al final compramos una falda negra hasta uno centímetros más arriba de la rodilla, una polera de pavilo de color blanca.
Como quedamos cansadas nos fuimos a tomar un helado por allí, y, al pasar por la heladería… ¡Vi a Zero! Estaba feliz de poder encontrarlo, pero a la vez tan distante. Estaba sentado mirando hacia el frente. Había una mujer tapando lo que estaba viendo Zero.
-Ze--¡!!- La señora se corrió del lugar y vi a Zero sentado con un hombre al frente con un cuaderno. Los cabellos del hombre eran de color morado bien oscuro y le llegaban hasta un poco más debajo de la oreja. Sus ojos eran de color ceniza, pero no parecían lentes de contacto, su tez era blanca como la nieve misma y sus rasgos eran muy finos para describirlo mejor. Las mujeres y adolescentes se lo comían con la mirada, de seguro era modelo o actor. Zero lo miraba detenidamente como si estuvieran hablando de algo sumamente importante. Me quedé mirándolos un rato, y luego mi mamá llegó con los helados.
-Yuuki- me llamó.
-Yuuki- esta vez me tocó el hombro 2 veces y recién ahí capté la señal del satélite de mi mamá.
-¿MMM?- respondí yo.
-¿Qué te pasa? Al parecer estabas en las nubes- concluyó mi mamá.
-¿Eh? Nada ¿Por qué?- puse mi mejor sonrisa en el momento. Mi mamá miró a donde yo estaba mirando. Estaba jodida.
-Ah… ¡Es Jiro Kai!- gritó mi mamá, suerte que no había mucha gente ahí cerca, por lo que nadie la vio de rara.
-¿J-Jiro Kai?- dije yo con una gotita en la nuca, mientras mi mamá tenía estrellitas en sus dorados ojos. 
-¡Sí! Es un actor súper famosísimo, actúa en doramas muy buenos. También es modelo- dijo enérgica mi mamá. –Lo sabía- me dije para mí misma. 
-¡Vamos a pedirle un autógrafo!- dijo mi mamá derrepente, siendo que yo en el cual estaba interesado era en Zero, no en el tipo “genial y guapo”.
-¿Estás loca? Mejor vámonos, papá debe estar con Lukii esperándonos- mentí, mi papá estaba con mi hermana en la casa de mi abuela.
-¿No que estaban en la casa de tu abuela?- preguntó recelosa.
-NOOOO… deben estar aburridos en la casa, además ya es hora de la cena- dije.
-Pero si son las 1:30- protestó.
-Además, me siento mal- dije, la tomé de una mano y la jalé a la puerta de salida. 
-¿Yuuki?- preguntó una voz que se me hacía peculiar.
-¿S-si?- pregunté mientras me daba vuelta. Ahí estaba Zero con ese ser que se llama “Jiro”.
-¡Ah Zero!- Mi mamá los observó a los dos.
-¿Yuuki quién es él?- Dijo mi madre apuntando a Zero. 
-Este… ÉL ES KIRYUU ZERO!- Dije muy feliz, para que mi mamá no viera tanto que me había puesto roja porque lo había conocido. 
-¿Enserio?- Preguntó mi mamá y luego me guiñó el ojo. Zero solo hizo una reverencia junto con Jiro.
-Sí, y él es alumno de la clase de al frente- le comenté por debajo. 
-Mucho gusto- dijo Kaami, pero de verdad ella estaba interesada por Jiro. 
-B-bueno este… ya nos íbamos ¡Adiós!- alcancé a gritar desde el umbral de la puerta de vidrio junto con mi mamá siendo arrastrada por mí.
-¿Siempre es así?- Preguntó Jiro a Zero, ya había salido, pero lo dijo lo suficientemente fuerte como para que yo lo escuchara; desde que lo vi lo odié con todo mi corazón. 
Una vez que estábamos en el auto mi mamá me reclamó que porqué nos habíamos ido, si él era tan famoso (Él se refiere al ser fantástico de Jiro) y tan guapo. Obviamente yo estaba en otro planeta pensando en de qué podían haber estado hablando, que Zero pareciera tan interesado y tan incógnito. 
Llegué a casa y mi papá y hermana no estaban por lo que cuando mi mamá se dio cuenta de que no estaban me fui de puntitas a mi pieza. Me derrumbé en mi cama pensando si algo tenía que ver con el “supuesto terremoto”, y, pensando en esto, me dormí profundamente. 
Domingo por la mañana; me levanté a la hora del níspero porque me dio mucha lata levantarme, ir a desayunar, bañarme, hacer mi pieza, hacer las tareas y hacer mi maleta. 
-¡Yuuki levántate!- se escuchó una voz desde la planta baja. No hice caso y al poco rato sentía como unos pasos que llegaban a retumbar mi pieza, subían por la escalera de la casa. 
-¡¡¡YUUKI!!!- Waaaa!! El mounstro de las 6 cabezas me quitó las sábanas de encima.
-Papá, déjame dormir aunque sea un ratito- le pedí con mis ojitos suplicantes- Plissss-
-No- eso fue rápido- son las 1:30 de la tarde y yo no te voy a consentir porque sea el último día que te quedas aquí- Pfff… que aburrido mi papá. De mala gana me levanté e hice todo lo que tenía que hacer. En la tarde salimos con mi familia, primos, tíos y abuelos a un asado. Lo pasé muy bien. Tengo 3 primos. 2 De ellos son hijos de la hermana de mi mamá. Y 1 que es el hijo del hermano de mi mamá. Mi papá no tiene hermanos, es hijo único. 
Mañana empieza la academia. Mi papá está vuelto un lío con todos los planes y actividades, pero después del asado se rindió y se fue a acostar inmediatamente. Me fui a mi pieza y encontré algo realmente extraño al ver por mi ventana. Pensé que era un gato, pero luego cuando vi los ojos rojos de aquel ser me pareció sumamente extraño. Estaba sentado en el tejado de mi vecina mientras su reflejo en la luna inundaba todo el resto del techo. Cuando vio que yo lo veía de mi ventana, se levantó rápidamente y saltó de tejado en tejado, hasta desaparecer en ellos. No sé si fue mi alucinación, pero estaba segura que fue muy real. No dormí muy tranquila, pero como estaba cansada, me dejé llevar por el cansancio y finalmente me dormí. 
Al otro día amanecí con unas ojeras del porte de unas galletitas con forma de luna. Me levanté a las 6:30 de la mañana, me bañé y bajé a tomar desayuno. Luego, me fui. Mis padres me dijeron que cada dos fin de semana irían a recoger la ropa sucia y llevarme ropa nueva. Al llegar al colegio, me sorprendí… No era 1 edificio si no que eran 4, y de cada uno colgaba un lienzo de un color específico, en este caso eran: Rojo, Azul, Amarillo y Verde. Como no era muy relevante para mí, fui a los paneles que salían afuera de los edificios y busqué mi nombre. Aparecí en el panel del edificio verde.
-Mmmm…habitación 132, color Verde- busqué mi habitación hasta que al fin la encontré. La puerta decía:

HABITACIÓN 132 ~ Yuuki Cross y Kyara Hatsumi ~ VERDE

-Con que comparto la habitación con una diva ¿Eh?- Bueno, Kyara es la típica adolescente conocida por todo el colegio, popular, bonita y digo lo de diva porque es modelo, cantante y entre otras cosas especialmente para ella- ¿Y qué será Verde? Bueno, es mejor entrar de una vez por todas- Tiré todas las maletas encima de mi cama y ordené una por una, pero no llegué a la penúltima cuando se les informó a todos los estudiantes por citófono: 
-Estudiantes de la academia, porfavor dirigirse al patio trasero, les daremos a todos la bienvenida que se merecen- Yo salí y me dirigí hacia donde se me había indicado. ¡Era muy hermoso! No había sillas, y parecía como si fuera haber un concierto; las lucen brillaban por todas partes, haciendo que todo se viera más hermoso que lo normal, y por último varias plantas adornando el lugar. 
-¡¡¡Wooowww!!!- me dije para mi misma. Todos estaban buscando un lugar para sentarse, y sociabilizar con todos. Yo me senté en la cuarta fila, porque las de más adelante ya estaban todas ocupadas. Todo parecía ser tan mágico. El director del colegio, osea mi papá, dio unas palabras dirigidas a los alumnos nuevos, técnicamente a todos los que somos de 7° Básico porque era nuestro primer año de la academia. Después dieron un concierto los Súper Juniors y las Girl’s generation. Fue muy maravilloso estar allí. Mi papá luego dijo:
-Muy bien chicos nuevos, ahora les tendré que especificar un poco las reglas de la academia- hizo una pausa para que todos se callaran- Bueno, en esta academia se hacen diferentes “alianzas” por decirlo de una manera, algo que ningún profesor les comentó porque queríamos que fuera sorpresa. En fin, la cosa es que en los paneles que salen afuera de los edificios salen sus respectivos nombres, en un edificio de un lienzo determinado. Bueno, ese es el color de su alianza- ¡Qué entretenido! Grité para mi interior, estaba tan contenta que quería gritarlo a los siete vientos cuando…
-Y bueno cada alianza tiene 4 personajes principales: El Rey, La Reina, La Princesa y el Príncipe. El rey por su parte administra todo lo que sea actividades desde 2°Medio hasta 4°Medio, el Rey es uno de 4°Medio, por supuesto. Este año el Rey es… Hisashi Kyo!- Todos aplaudieron y luego prosiguió- La reina es la acompañante del rey, por lo tanto hace lo mismo que el rey, solo que es de 3°medio y este año es…Kiara Mitsuri!- De nuevo muchos aplausos de parte de los alumnos- La princesa y el Principe generalmente es uno de 8° y otro de 7° pero hay años que son 2 de 8°, dos de 7°, o son de I° en fin millones de combinaciones. Ellos se encargan de 7° a 1°Medio. Este año son 2 de I° y le damos una cordial bienvenida a… Zero Kiryuu y Yuuki Cross!??- Gritó mi papá en medio grito y medio pregunta, yo, era la más inteligente de todos los I° entonces lo más probable es que haya sido eso… ¿¡Pero Zero?! Él con suerte sabía lo puntos cardinales, ni si quiera eso, había repetido un año y más encima se le confunde la izquierda con la derecha! No me pregunten como lo sé… Pero volviendo al tema…¡¿YO?!

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Sí ¡!! Me alegro de verdad en poder publicarlo al fin, realmente estuve muy ocupada estos días y en espacial ayer que no pude publicar. Lo sé, y lo siento mucho, pero es que ayer fui a la casa de mi abuelita porque fui a celebrar su cumpleaños. Espero que no me maten y dejen sus comentarios, espero recibir por lo menos 4 comentarios; de lo contrario no voy a escribir el siguiente capítulo ¿Ok? Así que ya saben… Bye! 
Los quiere mucho
Brb~animes/Barbiea1000