Hola! Aquí estoy de nuevo pero con mi nuevo computador! Ahora si tengo instalado el Word, y la trama poco a apoco se va desarrollando, resulta que el capítulo 8 que escribí anteriormente no me gustó, la trama la debí desarrollado de otra manera, por lo que pienso hacer ahora. ¡sTArt!
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Capítulo 8: “Verdad descubierta”
Amu Pov.
Como había dicho anteriormente, Ikuto ya había perdido el interés en mí. Algo había cambiado esa estúpida llamada. Si no hubieran llamado… ¡Pero que estoy diciendo! A mí NO me gusta Ikuto de ninguna manera! ¿O si? Bueno, quizás que si… ¡Noo! Moo! Estoy muy confundida.
Ikuto se levantó, se puso ropa y antes de salir le dije:
─ ¿Adónde vas? ─ Estaba algo preocupada.
─ Bueno, tengo cosas…que hacer ─ dijo con voz entre cortada.
─ ¡No llegues tarde! ─ Le alcancé a gritar antes de que desapareciera tras la puerta.
No soy tonta. Corrí a mi pieza, una vez que me asegurara de que Ikuto ya había desaparecido tras las escaleras. Me puse ropa lo más rápido posible. Consistía de una polera sin hombros, una polera de pavilo abajo, calzas y shorts. Es de noche, por lo tanto también llevé una chaqueta.
Por suerte Ikuto no salió en auto, así que lo seguí a escondidas. Por suerte no se dio cuenta. Llegó … ¡¿A UN MOTEL?!
Casi me desmayo. Por suerte la “encargada” estaba medio dormida, así que una vez que Ikuto habló con ella, siguió durmiendo, lo que me facilitó escabullirme para seguir a Ikuto. El pasillo era amplio y parecía que nunca terminaría. A los lados habían varias puertas. Entró a una habitación con el número 25. Puse mi oreja pegada a la puerta. Lo que escuché fue algo que me rompió el corazón:
─ ¡Ikuto mi amor! ─ Se escuchó la voz de una mujer. Bueno, a decir verdad parecía una niña mimada.
─ Hola Hiromi ─ la voz de Ikuto se escuchaba apagada, sin vida.
─ Moo! ¿No lo puedes hacer con cariño? ─ Preguntó la “mujer”.
─ No estoy de humor ─ respondió con una voz muy fría.
─ Mmm…¿Y si jugamos a un juego? ─ Se escuchó como si hubiesen tumbado a alguien en la cama.
─ No suena muy interesante ─ pegué más mi oreja.
─ Pero esa es la cosa… Hacerlo interesante ─ Silencio. De la nada se escuchó un gemido, seguramente provenido de la mujer.
─ ¿Por qué no me dejas en paz? ─ preguntó Ikuto.
─ Creo que es porque estamos comprometidos mi querido amor ─ ¿Qué? Me caí de rodillas al suelo.
─ No lo creo Hiromi, este compromiso lo creaste tú, tu padre y el mío ─ Aún no podía creer nada.
─ Bueno, bueno, lo hecho, hecho está; así que esta noche solo diviértete. Oye, antes ¿No habías escuchado un ruido? ─ Me quedé de piedra.
─ No, para nada ─ Después de eso, no se escuchaban más que gemidos, gritos, orgasmos. Cosa que lo único que hizo es que me pusiera a llorar y salir de allí corriendo.
¿Ikuto no me quería? ¿Quién era “ella”?
Llegué a mi casa destruida. Las chicas intentaron hablar conmigo, pero no hubo caso. Antes de que me quedara dormida, me acordé de Yoru. Él debía saber la verdad. Partí casi volando a la pieza de Ikuto.
─ ¡Yoru! ─ De un punto incierto de la habitación vi a una pequeña cosa voladora llegando a mis brazos.
─ ¿Qué pasa-nya? ─ dijo medio adormilado.
─ Quiero que me expliques TODO sobre esa tipa que se hace llamar “HIROMI”, o como su maldito nombre sea ─
─ Pero yo tengo prohibido hablar de ese tema ─ dijo ladeando negativamente la cabeza.
─ Lo siento pero esto es más importante ─ Yoru lo pensó un rato.
─ Gomen-nya, pero te repito que tengo prohibido hablar de ese tema ─ Tenía cara de preocupado. Finalmente lo solté y me di por vencida.
─ ¡Espera-nya! ─ me paré justo cuando estaba abriendo la puerta ─ Ve a la biblioteca y busca el estante 55. Allí encontrarás más respuestas, y recuerda, ella se llama Kaumi Hiromi ─ Antes de salir le dije:
─Gracias Yoru ─ Me fui volando hacia la única biblioteca de la ciudad, sin antes tomar mi cartera por si acaso. La de la casa no tenía estantes, por eso supuse que tenía que ir a la biblioteca central. Para suerte de mí, estaba abierta, claro que apunto de cerrar.
─ E…ahg…estantería…ah…ah…55 ─ El señor me ofreció agua y me llevó a un lugar con mucho polvo y paredes de cemento. El hombre era alto, unos 20 años, pelo café, ojos ámbares como los míos, nariz respingada y pecas. Realmente era muy atractivo.
─ Hace poco que se hizo esta estantería, por lo que aún no está muy remodelada. Por cierto el lugar que usted busca es un lugar lleno de testamentos y cosas así ─
─ Ajá ─ Respondí yo.
Abrió una misteriosa puerta. Adentro todo era muy cambiado, estaba lleno de muebles hermosos y una ventana gigante. A los costados 2 estantes. No era muy espacioso, pero alcanzaba todo es su lugar. Había una mesa junto con 4 sillas a los costados de esta. Me senté en una de ellas, mientras que el señor buscaba una escalera. Pronto la armó y me preguntó:
─ Muy bien señorita… ¿Qué documento quiere buscar? ─ Que buena pregunta. Pero me acordé de Yoru: Kaumi Hiromi. Entonces supuse que tendría que buscar todo lo relacionado entre esa familia y la de Ikuto.
─ Los lazos de las familias Tsukiyomi y Kaumi ─ el señor ladeó positivamente la cabeza, subió unos cuantos escalones de la escalera y extrajo unos cuantos papeles doblados finamentes. Claro, que después me di cuenta que eran tres cartas.
─ ¿Las leerá aquí las escrituras? Lamentablemente vamos a cerrar, así que si desea llevárselos necesitaremos su carnet y número de teléfono ─
─ Creo que me los llevaré, gracias ─ tomé las cartas y el señor me llevó al salón central, en donde le dejé mi carnet y el número de mi celular.
─ ¿Usted no es de la familia Tsukiyomi? ─ preguntó el señor un poco pálido. Para mentir un poco le dije:
─ En parte sí, soy la hija adoptiva ─ dije mientras sonreía.
─En ese caso estará bien que se las lleve, si es de la familia, no importa mucho ─ sonrió mientras su piel cambiaba a su color natural ─ si no fuera de ella, tendría que haberle pedido la clave ─ Suspiré para mis adentros, de no ser así, hubiera tenido que arrancar ─ En fin, en una semana más tiene plazo para entregármelas, hasta luego ─
─ Muchas gracias, adiós ─ ¡Era muy atractivoooo! No te encuentras todos los días con un mino así de rico, atendiéndote en la noche ¿O si? En fin. Llegué a la casa silenciosamente. Al entrar la criada llamada Yukari me habló:
─ Señorita Amu, ¿En dónde estaba? ─ Mentira a la vista.
─ He, pues bien, pasé a ver una amiga ─ le dije, mientras subía las escaleras.
─ Está bien, ¿Le llevo algo a su habitación? ─ Ahora que lo pensaba tenía algo de hambre por lo que le pedí lo siguiente:
─ Unas galletas y una leche estarán bien ─ una vez que subí a mi pieza abrí las cartas. No estaban selladas ni nada por el estilo, pero de todas maneras hay que tener cuidado. Abrí la primera, y solo contenía un acuerdo entre el señor Kaumi y el señor Tsukiyomi, la segunda era más o menos lo mismo, solo que otros terrenos. Pero la tercera trataba de los matrimonios entre la hija del señor Kaumi e el hijo del señor Aruto: Kaumi Hiromi y Tsukiyomi Ikuto.
Decía algo más o menos así:
Yo Kaumi Kei acepto el lazo entre Tsukiyomi Ikuto y mi hija Kaumi Hiromi. Durante 1 año convivirán juntos como marido y mujer, hasta que se rompa el año, y, si desean estar juntos, lo estarán, pero si no, cada uno irá por su propio destino.
Me daba una pena gigante. Esto era un compromiso arreglado. Tenía ganas de caer al suelo muerta de una vez por todas. Las chicas llegaron de improviso:
─ ¡Amu-chan! ─ gritaron todas a la vez.
─ ¿Qué pasa? ¿En dónde estaban? ─
─ Esas preguntas deberíamos hacerlas nosotras ¿No crees? ─ dijeron un poco enfadadas.
─ Gomen, estaba investigando un poco ─ sonreí forzadamente.
─ Mmm…Amu en lo que sea que estés haciendo, porfavor ten cuidado; por ahora no te preguntaremos, porque estamos cansadas de tanto buscarte ─ dijo Dia.
─ Si, se los contaré todo mañana a primera hora ─
─ Aunque ya sea “mañana” ─ dijo Suu con su risita característica.
─ Tienes razón, dentro de un rato me acostaré ─ todas miraron mis manos al mismo tiempo, pero comprendieron que era un tema importante, y que no era para hablarlo ahora. Se fueron todas al canasto, se encerraron en su huevo, y dentro de poco las 4 dormían pacíficamente.
Ya eran como las 3:00 de la mañana. La carta seguía, pero no tenía mucho sentido de la realidad como para seguir leyendo. Así que coloqué la hoja en su respectiva carta y las dejé encima de mi velador, para seguir leyendo al día siguiente. Tenía ganas de relajarme un poco antes de dejarme llevar por el sueño, así que tomé mi pijama, unas toallas y me dirigí al baño, para recibir un delicioso baño de espuma. No sé cuando, pero me quedé dormida en plena bañera.
Ikuto POV.
Esa perra de Hiromi ya me tiene harta con su juego, ni si quiera se porque le hago caso, si el compromiso de casados aún no empezada y para peor de todo soy solo un juguete. Gracias a ella mi vida se irá por el desagüe y jamás volverá.
Amu, si, el único nombre que de verdad me importa en este planeta. Aún no estoy segura si es de verdad amor, ya que nunca lo había sentido antes.
En fin. La cosa es que Hiromi sólo quiere mi dinero, mi vida, y el placer que supuestamente le doy todas las veces que lo necesita. Porfavor no me odien, entiendan que tan solo soy un perro para ella, y aunque me moleste, no puedo hacer nada al respecto.
La respuesta es simple: Es la típica hija rica que lo quiere todo y se lo pide a su “papi”. Mi papá trabaja para ese “papi”, y si su querida hija se quiere violar al hijo de cualquier empleado, él obviamente negociará suciamente. Ese hijo soy yo.
Verán, Hiromi “supuestamente” se enamoró de mí, lo que causó que el padre de esa PU…mujer le dijera a mi padre: ─ O pones a mi hija en compromiso con el tuyo o nunca más volverás a esta empresa ─ Aunque mi padre tiene harta plata, no es más que un espejo, esta casa se la dio ese señor llamado … ¿Kei? En fin. Si mi padre pierde ese trabajo, en pocas palabras, lo pierde todo. La casa, el dinero, yo creo que incluso su propia familia. Pero la cosa es que el estúpido señor ahora junto con mi padre me obligan a casarme con esa perra.
Por lo menos es un año. Dentro de un año seré libre. Sí; dentro de unos meses nos casaremos, cuando Hiromi y yo cumplamos los 18. Falta bastante, estamos en Enero y mi cumpleaños es en Diciembre. No me pregunten cuando los cumple la perra.
Ahora mismo estoy vistiéndome para dirigirme a mi casa. Otra noche más (o una del pilar) que la paso con ella. Estoy harto de complacerla en todo. En las compras, fiestas y en la cama. Ahora la mayoría del mundo sabe que soy el supuesto novio de ella. Por suerte no lo sabe Amu; o eso es lo que creo. En fin, salí de allí como a las 5:00 am. Llegué demasiado cansado, una noche de sexo te deja muerto en especial mi amigo.
Tenía ganas de ver a Amu. Por lo que llegué a su habitación primero. Una vez adentro me aseguré de que no estaba dormida. Llegué a su velador. Cartas. Eso es lo que vi. Tres cartas estaban en el velador de Amu. El pánico entró en mí. Sabía lo que contenían las cartas, las reconocería en cualquier parte. Son las cartas que mi padre con el señor Kei firmaron con respecto a mi compromiso con Hiromi.
¿Qué sabía Amu ahora?
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Hola! Ahora si lo hice :P genial no? See estoy un poco agotada con respecto a escribir, escribi bastante y ahora la trama va bien o no? Jjejejej comenten y denle me gusta, estaré esperando la opinión de ustedes, mis queridas lectoras.
Bye!
(Para todas mis seguidoras del blog muchos gracias ^^ y por cierto, antes habia hecho otro, y lo habia publicado en otra página, pero resulta que no me gusto :/)