sábado, 11 de febrero de 2012

Academia del amor: Capítulo 6

Yo! Perdónenme por no escribir antes, la verdad es que he estado muy ocupada (gomene) pero hoy est6oy aquí para escribir >:3 así que empecemos de una vez:

Para Facebook:

¡Ah! Recuerden que todas las semanas sale una nueva persona que se le denominará el “fan de la semana” y el premio consiste en elegir la siguiente novela a escribir junto con el día que quieran leerla. (min. 2 días)

Y pónganle like al álbum si les gusta la novela n.n, y a la foto si le gustó el capi (:

Para fanfiction:

Gracias para las que me agregaron a sus Favourites stories, y favourite authors. Las que solo me dejan “storie alert” son unas pesadas ¬¬ jejeje no estoy de humor.

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Capítulo 6: “Entre las sombras del enemigo”

Yuki Pov.

Bueno, una vez que llegamos nos entregaron las respectivas habitaciones.

− Profe, − le toqué el hombro al profesor más cerca − ¿Nos quedaremos toda la noche? − yo pensé de que sólo íbamos a estar en el día, o por lo menos eso leí en la cartelera del día.

− ¡Claro! −

− Pero en la cartelera decía- − el profe me interrumpió.

− Lamentablemente hubo un cambio de planes, lo informaron cuando todos estaban a punto de irse. ¿En dónde estaba usted en ese momento? − me miró con una sonrisa gigante en su cara.

− Estaba en el baño − mentí repentinamente.

− ¡Qué extraño! Yo en ese momento la vi devolviéndose a la academia con Jiro Kai si no me equivoco − Upss… creo que me han descubierto. Espera un momento… ¿Me estaba espiando? ¿Un acosador? Qué miedo.

− Sí, es que iba por allí cerca del colegio y justo me dieron ganas de ir al baño, y el más cercano era el del colegio − sonreí con una gota en mi frente, dispuesta a caer. E profe me miraba expectante, esperando que le explicara mejor − y por allí me encontré con Jiro, y como soy su fan, decidí acompañarlo, jejeje − fue la mejor risa que me salía mientras pasaba mi mano por un nuca. El profe me miró con sus ojos verdes; no se sentía muy conforme con mi respuesta, pero me la dejó pasar.

− Muy bien Cross, puedes irte a tu respectiva habitación; al pasar por la recepción puedes pedir prestado un camisón y algo para cubirte − y apuntó a cierto lugar no muy lejos de allí. Decía: “RECEPCIÓN”.

− Muchas gracias sensei − Le dije mientras me dirigía a la dichosa recepción.

En la famosa recepción había una mujer gorda de cabellos cafés, cortos, y asquerosamente mal lavados.

− Hola, ¿Me podrían prestar un camisón y algo para pasar la noche? − dije lo más amable posible, a lo que ella respondió con un: “Hmp”. Levantó su enorme trasero y de mala gana tomó una cosa de color gris todo asquerosamente sucio y una sábana bien gruesa.

− Lo devuelves cuando acabe tu estancia − ni una palabra más. Me fui del lugar dejando a la vieja gorda sentada.
Nuestro profesor jefe, nos dividió en 4 grupos. Dos de hombres, dos de mujeres. En el grupo que estaba, me tocaron las más desagradables personas de todo el mundo. A la única que conocía era Kyara, pero ella se metía con las demás, así que me quedé sola completamente. Creo que este año no sería muy entretenido.

Somos 7 mujeres en el grupo, pero la habitación que nos dieron era como para 10. ¡Era enorme y hermoso! Tenía dos baños exquisitamente lujosos, (parecía que no necesitara unas termas) una habitación gigante para poner los futones, y una sala de estar para conversar un rato.

− Ordenan sus cosas y se arreglan para las termas y recuerden que blach, blah, blah− me despisté estaba un poco ida, pero supuse que no había dicho nada importante. Habíamos llegado tarde, así que nada mejor que tomarse un baño. Dejé mi sábana en una esquina junto con esa “cosa” de camisón, mi bolso lo dejé al ladito de la ventana que daba justo al lado de la esquina. Las demás dejaron todas sus cosas juntas y tomaron su bolso especial para tomar unas ricas aguas termales.

Me sentía mal. Todas me ignoraban, a excepto Kyara, que de vez en cuando me enviaba miradas indiscretas.

Bajaron todas antes de que yo tomara mi bolsito. Como ya se habían ido, me perdí a medio camino. Estaba ya en el primer piso, pero no sabían en dónde se hallaban. No había nadie cerca de quién preguntarle. De repente divisé un lugar que arriba decía:

TERMAS

¡Aleluya! Llegué a salvo y feliz. Ya llevaba un rato perdida, así que cuando me desvestí y guardé mis cosas no había nadie. “Mejor para mí” pensé. Me coloqué una toalla pequeña en mi cuerpo y me amarré el pelo en una sola cola.

Entré y me quise enterrar en la tierra.

¡ENTRÉ EN EL BAÑO DE HOMBRES!

Cuando me di cuenta de esto, vi un montón de hombres mirándome con cara de: O se equivocó o es una pervertida.

De verdad que quedé un poco choqueada, toda mi cara estaba roja y las piernas no me respondían. Los hombres una vez que me vieron, ni se molestaron en taparse o algo por el estilo. Siguieron como si nada. Sólo algunos se ruborizaron, pero sólo fue el 1% de los hombres presentes.

De repente divisé una cabeza plateada en la terma. Sí, era Zero. Cuando m divisó a mi, se empezó a reír de la risa solo. Lloraba de la risa. Los de su lado cuando observaron de qué se reía (o de quién) la risa se les contagio.

Así fue que quedé en plena vergüenza, para el RESTO de mi vida. Cuando la risa paró, un hombre COMPLETAMENTE desnudo de acercó a mi, me tocó el hombro y me dijo:

− ¡Hey! El baño de mujeres está unos metros más allá que este. ¿No te diste cuenta o qué? − Hice una reverencia (después me di cuenta de lo que estaba haciendo) (N.A: Las que no entendieron que hizo mal Yuki al hacer una reverencia frente a un hombre desnudo, me comenta XD) y salí corriendo de allí.

Mi mala suerte era tanta, que cuando salí choqué con otro hombre e hizo que se me cayera la toalla.

Pasaron dos cosas:

1) Todos los hombres me miraron muy babosos.
2) Estoy desnuda.

Ahora si, tomé mi toalla y salí corriendo de allí. Me vestí como liebre y salí directo al baño de mujeres. Me di un balde de agua bien fría.
− ¡Yuki! ¿Qué te pasó? − preguntó Rima.

− ¿Ah? Nada, sólo que me perdí −

− ¡Pero si estás roja como un tomate! −

− ¿En cerio? No me di cuanta −

− ¿No tendrás fiebre? −

− No te preocupes, quizá sea el cambio de temperatura, afuera hace frío −

− Yuki, afuera hace calor − me miró con cara de: Mientes.

− Mmsí… después iré a la enfermería − Rima se encogió de hombros y se fue a bañar. Suspiré para mis adentros.

Estaba tranquilamente dándome un baño de agua calentita, cuando de la nada apareció un hombre con un gorro grande, de color negro, pelo hasta los hombros, medio enrulado, como con una especie de capa negra. Cuando dirigió la mirada hacia nosotras, noté su piel blanca como la nieve, y sus ojos rojos como la sangre. El mismo color de ojos que lo de Zero.

−¡Kya~! − Las mujeres gritaron, pero el hombre no movió ni un pelo. Esto empezó a preocuparme, por lo que me salí, tomé mi toalla, me la ajusté bien y me dirigí hacia él. Antes de que llegara, el hombre sacó sus dos brazos y sentí una especie de aura maligna.

El aura era de color morada y empezó a expandirse rápidamente. Cuando el aura pasaba por al lado de las mujeres, estas, se desmayaban enseguida. No tenía ningún recurso a mano. Cuando todas estaban profundamente dormidas, excepto yo, alzó las manos y todas las mujeres se elevaban al compás de las manos de éste. Hizo que se acercaran a él y las dejó a todas separadas unas de otras, en el suelo.

Me miró a mí. Estaba paralizada.

− Tú eres la princesa perdida − ¿Está loco o qué? Sólo sé que soy una vampira pura sangre. A una velocidad impresionante se acercó a mí y me inyectó algo. Me ardía sumamente. De la nada vi a Jiro Gay, con Zero al lado, (ya vestidos) mirándome impresionados.

Tum, Tum.

Sentí que la presión me subía cada vez más rápido. No veía nada más. Sentía como el veneno me recorría entera. Tuve miedo. Sentía que mis colmillos crecían poco a poco, y mis ojos se tornaban diferentes de cómo los tenía normalmente.

−¡¡¡YUKI!!! − Reconocí esa voz al instante. Era de mi madre. Soy huérfana, pero en mi interior decía: Tu mamá.

− ¡AAAAHHHHH! − Grité con todas mis fuerzas mientras me agarraba el antebrazo, que era el lugar en donde me había inyectado el veneno.

Sólo vi una imagen mientras caía en mi trance. Las luces se habían apagado, sin embargo a luz de la noche se notaba claramente al entrar por las ventanas, iluminando fácilmente el lugar. Zero estaba chupando la sangre de ese bastardo, mientras Jiro sacaba una pistola anti-vampiros y le apuntaba al mounstro.

− ¡BANG! − cayó al suelo el vampiro, para luego convertirse en arena.

Jiro guardó la pistola y se acercó a mi, tomo mi brazo y mordió el lugar infectado para sacar el resto de veneno. Sin embargo, todo fue en vano. El veneno ya estaba dentro de mí.

Mi corazón se paró de repente. Sentí que moría, pero no podía morir.

Me dolió el pecho fuertemente. Y mi corazón volvía a latir, despacio, pero latía. Zero se acercó a mí y me convertí en una fiera al sentir el olor de la sangre. Ni si quiera Jiro me pudo detener.

Me acerqué a Zero, (claro que con lo excitada que estaba, no tuve tiempo para reconocer su rostro) y lo tomé con mis manos y al poco tiempo de contemplar la exquisitez de la que me estaba perdiendo, lo mordí.

La exquisita sangre de Zero recorría todo mi ser. Tenía un sabor dulce, pero a la vez salado. Era algo que no podría expresar con palabras. Absorbí dos veces lo más que pude, y antes de que siguiera Zero me tomó en brazos, alejándome de él. Grité como una loca intentando conseguir más droga.

Zero corría conmigo en brazos, mientras yo seguía con ganas de sangre. Jiro nos seguía por detrás. No puedo creer que esto esté pasando. De la nada Jiro le gritó algo a Zero, haciendo que este se detuviera. Jiro me inyectó algo en el brazo rápidamente en mi cuello.

Al parecer era un tranquilizador, porque luego vi negro, negro, negro.

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¿Qué tal? Espero sus reviews/comentarios. Pónganle like a la foto si les gustó y comenten no sean malas D: también al álbum si la historia va bien (:

Gracias por leer!

Barbiea1ooo/Brb-animes ♥ ♥ ♥

Academia del amor: Capítulo 5

Hola a todos los seguidores de Vampire Knight~ Recuerden que he estado un poco ocupada y por eso no he subido capítulos de esta novela, sin embargo ahora empiezo… ¡ITEMIYO!

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Capítulo 5: No solo es un vampiro…

Yuki POV.

Al día siguiente desperté sin ganas. Kyara parecía que dormía en un establo. ¿A qué me refiero? Bueno, que dormía chueca, baba por TODA la almohada, sábanas por el suelo, y ronquidos que yo creo que se escuchaban hasta tres piezas más allá con pared incluida. Tenía unas ganas de sacarle unas cuantas fotos, pero para su dignidad no hice nada.

Me levanté fui al baño, me lavé la cara y los dientes. Y al salir del baño Kyara ya se había levantado. Le miré con cara graciosa, a lo que ella respondió con una simple cara desviada. Me vestí y antes de salir me dijo:

─ Porfavor no le digas a nadie que duermo así ─ yo sonreí y cerré la puerta detrás de mí. Era temprano, alrededor de las 7:00 am. Estaba oscuro y yo creo que Kyara se despertó sólo porque la almohada se había enfriado y le estaba empezando a dar frío.

Las clases comenzaban a las 8:00 am. Tenía toda una hora para mi sola. Claro que no me las iba a gastar haciendo nada. Fui al salón principal y memoricé todo las actividades del día para mí nivel, o sea todos los I° medios. A las 8:30 deberíamos estar tomando desayuno. Después como a las 9:00 iríamos en un bus a unas termas no muy lejanas de allí y pasaríamos un día entero, haciendo competencias para sumarles puntos a las alianzas. Yo voy en I°C y Zero en I°D. Somos 6 cursos. A, B, C, D, E y F. ¿Cómo se organizan las alianzas entonces? Para hacerla corta: En las alianzas cada alianza tiene un cupo limitado de cursos, pero pueden elegir a los cursos que quieran, sin importar cuantos niveles tengan repetido. Además los IV° medios son solo 4. En fin para que entiendan mejor hagamos un ejemplo:

IV°A: (7 cursos) III°A, III°B, I°D, II°E, 7°E,7°C, 8°F.

IV°B: (7 cursos) III°C, I°E, II°B, II°A, 8°A, 7°F, II°D.

Creo que así lo explico mejor, este es sólo un ejemplo, porque yo no sé cuales cursos me tocaron. En fin, la cosa es que ahora no se qué hacer. Creo que iré a ver el colegio de verdad, que está delante de la academia; aunque resulte un poco tenebroso, es divertido pasearse por las aulas sin que nadie te vea. Iba de lo más feliz del mundo, cuando de repente vi una figura pasando velozmente entre un árbol y otro. Pensé que no era nada muy importante, así que de todas maneras fui al colegio; claro, que con precaución y alerta a cualquier movimiento en vano. Entré silenciosamente por la puerta principal. Nada había cambiado. La escalera que llevaba a más escaleras y millones de salones. Casi como Harry Potter, sólo que estas no son mágicas, son de marfil y no se mueven. Habían ventanas con polvo, pareciera que no las habían limpiado e todos estos días. Y de ellas entraban rayos de luz, que hacían que todo se viera más nostálgico.

Creo que hoy no habrá sol, aunque sea verano. Es raro que el día esté así, pareciera que algo fuera a ocurrir.

Yo por mientras me paseaba por todos los lugares. Al único lugar que no entré, fue el baño. Habían tantas historias de terror de ese lugar que ni si quiera me acerqué. Me paseé por varias aulas, entre ellas, la mía y la de Zero. De la nada me encontré con Kai.

─ Yuki, ¿Qué haces aquí? ─ me preguntó de la nada. Ya se acordaba de mi nombre y todo. ¡Qué mal educado! Ni si quiera saluda que es lo peor.

─ Estaba paseando nada más, ¿Y tú? ¿No que ahora eres como un “estudiante”? ─

─ Pues yo no soy estudiante, sólo me quedaré aquí un tiempo por razones que no te incumben ─ Ahora si que está buena, me pregunta qué hago yo, mientras que él es peor.

─ En fin, como te dije yo solo estaba paseándome, ahora si me disculpas me iré ─ Pasé por al lado de él como si nada. Tampoco era que esperara una respuesta. Poco a poco me fui alejando hasta que lo dejé atrás. - o eso creo -


Bajando las escaleras me encontré a un ser. Más bien no era humano y sus colmillos afilados sobresalían de su boca. Era un vampiro; supongo que Nivel E. Al no reaccionar el vampiro me atacó por sorpresa. Me hirió y me tiró al suelo de las escaleras, por un momento creí que me había roto la espalda, pero creo que es sólo el dolor.

─ ¡KYA~! ─ Alcancé a gritar. Por suerte el vampiro no me alcanzó a morder porque Kai me salvó, juntos tuvieron una seria pelea en el suelo del 1°piso. Me intenté levantar de a poco. Al final pude, pero mi antebrazo estaba lastimado por un tajo de 10 centímetros. No era muy profunda, o eso creo. Horrorizada por toda la sangre me quedé inmóvil.
Pero en ese momento llegó Zero. Kai, al verse con Zero, disparó al vampiro lejos, tanto que chocó contra la pared. Entre ambos intercambiaron miradas y luego de eso Kai regresó para acudir a mi brazo. Zero por su parte agarró su pistola y le disparó. El vampiro se hizo -también como el último- arena.

Zero miró hacia el techo y corrió a los baños de hombres. Kai me miraba el brazo lastimosamente.

─ Estará bien, no es tan profunda, por lo tanto sanará pronto ─ dijo con una gran sonrisa.

─ Gracias ─ respondí por mi parte.

─ Pues bien, te aconsejo que te vayas ─ JA, ni lo sueñes, quiero ver qué pasó con Zero.

─ Está bien ─ dije. Soy una tonta, debí decirle que no. Kai me acompañó hasta que llegamos a una parte del cemento que dividía en 2 el camino: uno llevaba a la academia, la otra, bueno no sé exactamente, supongo que es la vía más rápida para llegar al director.

─ Pues bien, nos separamos aquí, nos veremos pronto; por ahora debo informarle al director sobre la situación ─ dijo, mientras se alejaba poco a poco.

─ Está bien ─ alcancé a responder yo. Una vez que se perdió en el camino, corrí desesperadamente al colegio. Una vez allí, fui al baño de hombres, y una vez allí, grité:

─¡Zero! ¿Estás allí? ¿Puedo pasar? ─ No escuché nada de respuesta, al hacer esto me asusté y sin pensarlo dos veces me adentré en el baño de hombres.

Allí estaba Zero: Ojos rojos como la sangre, se apretaba el cuello con su mano y de su boca sobresalían unos colmillos que si no fuera por mi imaginación, diría que estaban creciendo poco a poco, estaba sentado en la esquina, su chaqueta estaba tirada por allí y su camisa blanca estaba entre abierta.

─ ¡Aléjate! ─ me gritó desde la esquina, cada vez se iba descontrolando más y más.

─ Zero, ¿Por qué mi padre nunca me contó de esto? ─ le decía a Zero y a la vez a mí. Mi padre nunca me contó que habían más vampiros en el colegio además de mi. Y ese Kai al lanzarse contra el vampiro vi en su rostro una cara diabólica, tanto como un vampiro, pero durante la pelea nunca sacó sus colmillos o algo por el estilo.

─ Yuki aléjate antes de- ─ su voz se cortó, poco a poco vi como se ponía de pie, sudando, decidido. Ahí supe que me iba a morder o algo por el estilo. Intenté retroceder de a poco, pero la pared interrumpió mi labor.

─ Zero, contrólate porfavor ─ le supliqué, pero él ya había perdido las esperanzas. En un movimiento rápido tomó mi cuello con su mano izquierda y con la derecha rodeaba mi espalda.

─ El…arg…olor de… tu sangre es…ahh…deliciosa ─ ahora entendí todo. Zero es un vampiro, no sé si nivel E, o hijo de vampiros, qué se yo; pero el vampiro de nivel E, al romperme el brazo hizo que todo ese olor a sangre se esparciera llegando a las narices de Zero.

─ ¿Zero? ─ sentí su boca contra la mía… ¿No se supone que iba por mi cuello?

─ Pero…tu también lo eres ─ dijo al separarse de mí. Lamió mi cuello sensualmente, lo besó y luego lo mordió. Sentía como mi sangre era succionada por Zero. Se sentía raro, como mi sangre se iba disminuyendo poco a poco. Pero antes de que perdiera la sangre necesaria como para permanecer de pie Zero se separó de mí.

─ Ahh…ahh…─ parecía cansado de tanta sangre bebida. Me soltó y cayó al suelo junto conmigo. No podíamos decirnos nada.

─ Supongo que ahora seré el monstruo, porfavor no te acerques más a mi ─ decía. Sus ojos aún estaban algo carmesí, pero poco a poco fue disminuyendo hasta quedar de su color normal.

─ Somos compañeros, aunque quisiera no se podría ─ dije y sonreí.

─ ¿Cómo puedes sonreír en un momento así? ─ Buena pregunta.

─ No lo sé ─ respondí seriamente. Ahora que estamos aquí…

─ Zero, en tu habitación…¿Hay alguien además de ti? ─ pregunté; esa pregunta salió de así porque si.

─ No, por seguridad, tu padre dijo que estaría mejor si estaba solo ─ Ahora tenía que hablar con mi padre… ¿Cómo no me lo había dicho?

─ Una pregunta más ¿Qué tipo de vampiro eres? ─

─ Pues, mi madre era una humana; más bien una caza vampiros y mi padre vampiro, solo que mi padre era convertido, por lo que después de un tiempo se convirtió en Nivel E y los caza vampiros lo mataron. Al poco tiempo me tuvo a mí, y por eso a veces suele despertar mi instinto de sangre ─

─ Ahhh…─ es lo que me limité a decir.

─ Lo lamento ─ dijo él. ¿Zero pidiendo disculpas? Eso era nuevo.

─ No te preocupes, con una buena venda de seguro lo cubrirá ─ su mirada se veía triste y perdida en la nada misma. Me dio lástima.

─ Oye Zero ─ le dije ─ ¿Por qué me besaste? ─ Zero calló un buen rato. Parecía como si no tuviese una respuesta justa.

─ No lo sé, supongo, que es porque una parte de ti me atrae, y la que lo siente es mi parte “vampirística” por así decirlo ─ Unos segundos después en sus ojos apareció un color vurdeo muy lejano, que pronto se apoderó de todo su iris y pupila. De pronto se acercó a mí, tomó mi barbilla y me dio un beso. Movía su cabeza de tal forma en la cual lo incitara a abrir mi boca. No sé cómo pero sentía que le correspondía.
Su boca tenía sabor a sangre. Bueno, mi sangre, después de todo era a mí la que había chupado. Nos separamos por falta de aire.

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Llegué al salón principal y todos ya estaban listos. Como dije estaba nublado por lo tanto el tiempo se me había pasado volando. En todos lados se murmuraba lo mismo: “¿Por qué Yuki se había ido del colegio a la academia con Jiro Kai?” No le tomé importancia, corrí a mi pieza a arreglar todo y una vez que llegué todos ya se habían ido a los buses. Tuve que ir al panel e irme con otro bus nada que ver. De todas maneras al llegar pude reencontrarme con mis pares.

¿Qué pasaría allí?

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TERMINÉ!! ALELUYA! ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTADO BYE!

miércoles, 11 de enero de 2012

En mi mundo de dolor: Capítulo 8: “Verdad descubierta”

Hola! Aquí estoy de nuevo pero con mi nuevo computador! Ahora si tengo instalado el Word, y la trama poco a apoco se va desarrollando, resulta que el capítulo 8 que escribí anteriormente no me gustó, la trama la debí desarrollado de otra manera, por lo que pienso hacer ahora. ¡sTArt!

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Capítulo 8: “Verdad descubierta”

Amu Pov.

Como había dicho anteriormente, Ikuto ya había perdido el interés en mí. Algo había cambiado esa estúpida llamada. Si no hubieran llamado… ¡Pero que estoy diciendo! A mí NO me gusta Ikuto de ninguna manera! ¿O si? Bueno, quizás que si… ¡Noo! Moo! Estoy muy confundida.

Ikuto se levantó, se puso ropa y antes de salir le dije:

─ ¿Adónde vas? ─ Estaba algo preocupada.

─ Bueno, tengo cosas…que hacer ─ dijo con voz entre cortada.

─ ¡No llegues tarde! ─ Le alcancé a gritar antes de que desapareciera tras la puerta.
No soy tonta. Corrí a mi pieza, una vez que me asegurara de que Ikuto ya había desaparecido tras las escaleras. Me puse ropa lo más rápido posible. Consistía de una polera sin hombros, una polera de pavilo abajo, calzas y shorts. Es de noche, por lo tanto también llevé una chaqueta.
Por suerte Ikuto no salió en auto, así que lo seguí a escondidas. Por suerte no se dio cuenta. Llegó … ¡¿A UN MOTEL?!

Casi me desmayo. Por suerte la “encargada” estaba medio dormida, así que una vez que Ikuto habló con ella, siguió durmiendo, lo que me facilitó escabullirme para seguir a Ikuto. El pasillo era amplio y parecía que nunca terminaría. A los lados habían varias puertas. Entró a una habitación con el número 25. Puse mi oreja pegada a la puerta. Lo que escuché fue algo que me rompió el corazón:

─ ¡Ikuto mi amor! ─ Se escuchó la voz de una mujer. Bueno, a decir verdad parecía una niña mimada.

─ Hola Hiromi ─ la voz de Ikuto se escuchaba apagada, sin vida.

─ Moo! ¿No lo puedes hacer con cariño? ─ Preguntó la “mujer”.

─ No estoy de humor ─ respondió con una voz muy fría.

Mmm…¿Y si jugamos a un juego? ─ Se escuchó como si hubiesen tumbado a alguien en la cama.

─ No suena muy interesante ─ pegué más mi oreja.

─ Pero esa es la cosa… Hacerlo interesante ─ Silencio. De la nada se escuchó un gemido, seguramente provenido de la mujer.

─ ¿Por qué no me dejas en paz? ─ preguntó Ikuto.

─ Creo que es porque estamos comprometidos mi querido amor ─ ¿Qué? Me caí de rodillas al suelo.

─ No lo creo Hiromi, este compromiso lo creaste tú, tu padre y el mío ─ Aún no podía creer nada.

─ Bueno, bueno, lo hecho, hecho está; así que esta noche solo diviértete. Oye, antes ¿No habías escuchado un ruido? ─ Me quedé de piedra.

─ No, para nada ─ Después de eso, no se escuchaban más que gemidos, gritos, orgasmos. Cosa que lo único que hizo es que me pusiera a llorar y salir de allí corriendo.

¿Ikuto no me quería? ¿Quién era “ella”?

Llegué a mi casa destruida. Las chicas intentaron hablar conmigo, pero no hubo caso. Antes de que me quedara dormida, me acordé de Yoru.  Él debía saber la verdad. Partí casi volando a la pieza de Ikuto.

─ ¡Yoru! ─ De un punto incierto de la habitación vi a una pequeña cosa voladora llegando a mis brazos.
─ ¿Qué pasa-nya? ─ dijo medio adormilado.

─ Quiero que me expliques TODO sobre esa tipa que se hace llamar “HIROMI”, o como su maldito nombre sea ─

─ Pero yo tengo prohibido hablar de ese tema ─ dijo ladeando negativamente la cabeza.
─ Lo siento pero esto es más importante ─ Yoru lo pensó un rato.

─ Gomen-nya, pero te repito que tengo prohibido hablar de ese tema ─ Tenía cara de preocupado. Finalmente lo solté y me di por vencida.

─ ¡Espera-nya! ─ me paré justo cuando estaba abriendo la puerta ─ Ve a la biblioteca y busca el estante 55. Allí encontrarás más respuestas, y recuerda, ella se llama Kaumi Hiromi ─ Antes de salir le dije:

─Gracias Yoru ─ Me fui volando hacia la única biblioteca de la ciudad, sin antes tomar mi cartera por si acaso. La de la casa no tenía estantes, por eso supuse que tenía que ir a la biblioteca central. Para suerte de mí, estaba abierta, claro que apunto de cerrar.

─ E…ahg…estantería…ah…ah…55 ─ El señor me ofreció agua y me llevó a un lugar con mucho polvo y paredes de cemento. El hombre era alto, unos 20 años, pelo café, ojos ámbares como los míos, nariz respingada y pecas. Realmente era muy atractivo.

─ Hace poco que se hizo esta estantería, por lo que aún no está muy remodelada. Por cierto el  lugar que usted busca es un lugar lleno de testamentos y cosas así ─

─ Ajá ─ Respondí yo.

Abrió una misteriosa puerta. Adentro todo era muy cambiado, estaba lleno de muebles hermosos y una ventana gigante. A los costados 2 estantes. No era muy espacioso, pero alcanzaba todo es su lugar. Había una mesa junto con 4 sillas a los costados de esta. Me senté en una de ellas, mientras que el señor buscaba una escalera. Pronto la armó y me preguntó:

─ Muy bien señorita… ¿Qué documento quiere buscar? ─ Que buena pregunta. Pero me acordé de Yoru: Kaumi Hiromi. Entonces supuse que tendría que buscar todo lo relacionado entre esa familia y la de Ikuto.

─ Los lazos de las familias Tsukiyomi y Kaumi ─ el señor ladeó positivamente la cabeza, subió unos cuantos escalones de la escalera y extrajo unos cuantos papeles doblados finamentes. Claro, que después me di cuenta que eran tres cartas.

─ ¿Las leerá aquí las escrituras? Lamentablemente vamos a cerrar, así que si desea llevárselos necesitaremos su carnet y número de teléfono ─

─ Creo que me los llevaré, gracias ─ tomé las cartas y el señor me llevó al salón central, en donde le dejé mi carnet y el número de mi celular.

─ ¿Usted no es de la familia Tsukiyomi? ─ preguntó el señor un poco pálido. Para mentir un poco le dije:
─ En parte sí, soy la hija adoptiva ─ dije mientras sonreía.

─En ese caso estará bien que se las lleve, si es de la familia, no importa mucho ─ sonrió mientras su piel cambiaba a su color natural ─ si no fuera de ella, tendría que haberle pedido la clave ─ Suspiré para mis adentros, de no ser así, hubiera tenido que arrancar ─ En fin, en una semana más tiene plazo para entregármelas, hasta luego ─

─ Muchas gracias, adiós ─ ¡Era muy atractivoooo! No te encuentras todos los días con un mino así de rico, atendiéndote en la noche ¿O si? En fin. Llegué a la casa silenciosamente. Al entrar la criada llamada Yukari me habló:

─ Señorita Amu, ¿En dónde estaba? ─ Mentira a la vista.

─ He, pues bien, pasé a ver una amiga ─ le dije, mientras subía las escaleras.

─ Está bien, ¿Le llevo algo a su habitación? ─ Ahora que lo pensaba tenía algo de hambre por lo que le pedí lo siguiente:

─ Unas galletas y una leche estarán bien ─ una vez que subí a mi pieza abrí las cartas. No estaban selladas ni nada por el estilo, pero de todas maneras hay que tener cuidado. Abrí la primera, y solo contenía un acuerdo entre el señor Kaumi y el señor Tsukiyomi, la segunda era más o menos lo mismo, solo que otros terrenos. Pero la tercera trataba de los matrimonios entre la hija del señor Kaumi e el hijo del señor Aruto: Kaumi Hiromi y Tsukiyomi Ikuto.

Decía algo más o menos así:

Yo Kaumi Kei acepto el lazo entre Tsukiyomi Ikuto y mi hija Kaumi Hiromi. Durante 1 año convivirán juntos como marido y mujer,  hasta que se rompa el año, y, si desean estar juntos, lo estarán, pero si no, cada uno irá por su propio destino.

Me daba una pena gigante. Esto era un compromiso arreglado. Tenía ganas de caer al suelo muerta de una vez por todas. Las chicas llegaron de improviso:

─ ¡Amu-chan! ─ gritaron todas a la vez.

─ ¿Qué pasa? ¿En dónde estaban? ─

─ Esas preguntas deberíamos hacerlas nosotras ¿No crees? ─ dijeron un poco enfadadas.

─ Gomen, estaba investigando un poco ─ sonreí forzadamente.

─ Mmm…Amu en lo que sea que estés haciendo, porfavor ten cuidado; por ahora no te preguntaremos, porque estamos cansadas de tanto buscarte ─ dijo Dia.

─ Si, se los contaré todo mañana a primera hora ─

─ Aunque ya sea “mañana” ─ dijo Suu con su risita característica.

─ Tienes razón, dentro de un rato me acostaré ─ todas miraron mis manos al mismo tiempo, pero comprendieron que era un tema importante, y que no era para hablarlo ahora. Se fueron todas al canasto, se encerraron en su huevo, y dentro de poco las 4 dormían pacíficamente.

Ya eran como las 3:00 de la mañana. La carta seguía, pero no tenía mucho sentido de la realidad como para seguir leyendo.  Así que coloqué la hoja en su respectiva carta y las dejé encima de mi velador, para seguir leyendo al día siguiente. Tenía ganas de relajarme un poco antes de dejarme llevar por el sueño, así que tomé mi pijama, unas toallas y me dirigí al baño, para recibir un delicioso baño de espuma. No sé cuando, pero me quedé dormida en plena bañera.

Ikuto POV.

Esa perra de Hiromi ya me tiene harta con su juego, ni si quiera se porque le hago caso, si el compromiso de casados aún no empezada y para peor de todo soy solo un juguete. Gracias a ella mi vida se irá por el desagüe y jamás volverá.

Amu, si, el único nombre que de verdad me importa en este planeta. Aún no estoy segura si es de verdad amor, ya que nunca lo había sentido antes.

En fin. La cosa es que Hiromi sólo quiere mi dinero, mi vida, y el placer que supuestamente le doy todas las veces que lo necesita. Porfavor no me odien, entiendan que tan solo soy un perro para ella, y aunque me moleste, no puedo hacer nada al respecto.

La respuesta es simple: Es la típica hija rica que lo quiere todo y se lo pide a su “papi”. Mi papá trabaja para ese “papi”, y si su querida hija se quiere violar al hijo de cualquier empleado, él obviamente negociará suciamente. Ese hijo soy yo.

Verán, Hiromi “supuestamente” se enamoró de mí, lo que causó que el padre de esa PU…mujer le dijera a mi padre: ─ O pones a mi hija en compromiso con el tuyo o nunca más volverás a esta empresa ─ Aunque mi padre tiene harta plata, no es más que un espejo, esta casa se la dio ese señor llamado … ¿Kei? En fin. Si mi padre pierde ese trabajo, en pocas palabras, lo pierde todo. La casa, el dinero, yo creo que incluso su propia familia. Pero la cosa es que el estúpido señor ahora junto con mi padre me obligan a casarme con esa perra.

Por lo menos es un año. Dentro de un año seré libre. Sí; dentro de unos meses nos casaremos, cuando Hiromi y yo cumplamos los 18. Falta bastante, estamos en Enero y mi cumpleaños es en Diciembre. No me pregunten cuando los cumple la perra.

Ahora mismo estoy vistiéndome para dirigirme a mi casa. Otra noche más (o una del pilar) que la paso con ella. Estoy harto de complacerla en todo. En las compras, fiestas y en la cama. Ahora la mayoría del mundo sabe que soy el supuesto novio de ella. Por suerte no lo sabe Amu; o eso es lo que creo. En fin, salí de allí como a las 5:00 am. Llegué demasiado cansado, una noche de sexo te deja muerto en especial mi amigo.

Tenía ganas de ver a Amu. Por lo que llegué a su habitación primero. Una vez adentro me aseguré de que no estaba dormida. Llegué a su velador. Cartas. Eso es lo que vi. Tres cartas estaban en el velador de Amu. El pánico entró en mí. Sabía lo que contenían las cartas, las reconocería en cualquier parte. Son las cartas que mi padre con el señor Kei firmaron con respecto a mi compromiso con Hiromi.
¿Qué sabía Amu ahora?

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Hola! Ahora si lo hice :P genial no? See estoy un poco agotada con respecto a escribir, escribi bastante y ahora la trama va bien o no? Jjejejej comenten y denle me gusta, estaré esperando la opinión de ustedes, mis queridas lectoras.
Bye!

(Para todas mis seguidoras del blog muchos gracias ^^ y por cierto, antes habia hecho otro, y lo habia publicado en otra página, pero resulta que no me gusto :/)

En mi mundo de dolor: Capítulo 7: Una dolorosa verdad

Ikuto Pov.

Iba bajando las escaleras cuando derrepente llagan las charas de Amu al lado mío con una expresión no muy buena en sus diminutas caras.

—Ikuto-kun— dijo la charita verde. 

— ¿Qué pasa Suu?— Dijo Yoru. Con que se llama Suu. 

— ¡Amu-chan se ha desmayado! — dijo ¿Ran?

— ¿En dónde? — pregunté alteradamente.

— Arriba, en el umbral de su cuarto — Sin nada más que decir subí casi como el súper héroe: “Flash”.

— ¡Amu! — grité su nombre para ver si reaccionaba o algo así. Llegué hasta ella, la tomé en brazos y la llevé a mi pieza, porque allí tenía más implementos en caso de que presentara fiebre. La recosté con mucha delicadeza y fui al baño por agua y paracetamol. En eso mi celular sonó desde mi bolsillo. Vi el nombre de la persona que me llamaba a las 9:00 de la noche; sí, era ella.

— ¿Aló? — pregunté yo como si no supiera de quién se tratase.

— ¿Ikuto? — preguntaron del otro lado.

— ¿Ahora qué demonios quieres? —pregunté fríamente.

— Moo… eres malo Ikuto-koi — Como detesto que me hable así.

— No soy tu novio — Del otro lado se escuchó que me maldecía a regañadientes. 


— En fin… ¡Me dejaste plantada! — Ups. Ahora sí estoy en un problema.

— Lo siento se me olvidó me olvidó nuestro compromiso — dije mientras me ponía el celular entre mi oreja y mi hombro para poder mojar la venda en caso de la fiebre. 

— ¡Esta es la tercera vez! — casi se me cae el teléfono. Ella no gritó, para ser más preciso rugió.

— Lo siento he estado muy ocupado, pero te lo- — 

— ¡No digas nada! ¿Con que encontraste a otra? — yo me quedé callado sin saber responder — pues bien — se escuchó una risita malvada del otro lado — Mandaré a mis agentes a que matan a tu familia y a tu… N-U-E-V-A P-R-E-F-E-R-I-D-A — Una de mis manos se empuñó.

— ¡Qué no se te ocurra hacerle nada! — mi reflejo en el espejo mostraba claramente mi ira.

— Ohh~ ¿Y qué me vas a hacer? ¿Matarme? Eso no lo creo niño bonito — 

— Mph…— como me fastidiaba.

— Pues bien, por complacerme estos últimos 3 meses, te daré otra oportunidad, ¿Te parece?—


—Muy bien, dame la fecha y la hora — no podía negarme. Ella todo lo controlaba, y en especial mi vida. Yo era su títere del placer. Me tenía para puro juego; quería casarse conmigo, tener una “gran familia feliz”, ser rica en dinero, matarme y luego quedarse con mi riqueza. En otras palabras era un perra en todos los sentidos. 

— Sii cariño, mañana en el motel “Two Lovers” a las 8:00 pm. ¿Qué te parece? Así te puedes ir más temprano; no espera… ¡Quédate a dormir! — su felicidad me daba asco.

— E-está bien — me costó mucho pronunciar esas palabras.

— ¡Muy bien! — gritó como boba. Luego le corté porque no quería si saber de su existencia; incluso la negaba. Regresé un poco mareado al lado de Amu, para no molestarla me fui a acostar en el sillón. Yoru se fue a la habitación de Amu para acompañar a las charas. Me quedé profundamente dormido. Alrededor de las 5:00 am. Me levanté con un terrible dolor de cabeza que hacía ver todo de colores. Me dirigí a la cama para ver si Amu seguía mejor, peor o algo parecido. Cuando llegué al lado de la cama, me percaté de que Amu no estaba en ella, me preocupé y grité al aire:

−¡Amu! – Sin embargo no recibí respuesta alguna. Cuando estuve a punto de ir con el reino de Roma a buscar a Amu por $1.000.000 millones de dólares, ella salió por la puerta del baño. 

− Moo Ikuto… Me duele la cabeza, y para peor tú gritas y tu voz resuena en mi cabeza como ventana en un terremoto– Ella seguía con la toalla el rededor del cuerpo, su cabello estaba suelto y seco por el tiempo estando al aire libre. 

− Eto… P-perdón – Me fijé en la situación en la que se encontraba A-…perdón; estábamos y si no me controlaba… no sabría que podría llegar a pasar. Amu supo enseguida que la miraba con una mirada devoradora y se le subieron los colores enseguida. 

− ¡Ikuto! – yo fijé mi cara hacia otro punto de la habitación.

− Acuéstate en mi cama, iré a la pieza y te traeré un pijama, ¿En dónde está? – Ella seguía ahí parada dada vuelta.

−En el primer cajón del clóset a la derecha – respondió sin mucho que decir. Me retiré silenciosamente dejando la puerta cerrada, mientras ella se veía ir a la cama para sentarse. 

Cuando al fin salí, solté un graaan suspiro. No podía soportar la idea, de tener a Amu, ahí, con sus piernas al aire, su cuerpo estaba siendo cubriendo por una pequeña toalla que apenas cubría sus muslos. Y yo ¿Qué hacía ahí? Claro; de pervertido. 

Fui a su pieza y entré muy cautelosamente por si los charas estuviesen durmiendo. Comprobé que lo estaban. Fui a su clóset y abrí las puertas. Además de una gran cantidad, había una gran cantidad de posters de Utau, cayéndose encima mío. Me salió una gotita en la nuca al estilo anime. 

− ¿Acaso nunca ordenó su closet al llegar aquí? – Extrañamente encontré una foto de Utau conmigo y, ante esto sonreí. Vi los cajones. ¿Izquierdo o derecho? Upss… lo olvidé. Me decidí por la izquierda. Al abrir el primero habían calzones y sostenes de varios colores; uno de los sostenes tenía un dibujo de un “conejito playboy”. ¿A su edad ya se piensa en “eso”? Entonces yo soy el que está un poco viejo. En una de mis investigaciones del “cajón especial” encontré una especie de…bueno, no lo diré, pero les digo que con sólo mirarlo me sonrojé. Lo devolví y me dirigí al segundo cajón. 

Allí encontré varios álbumes, uno de ellos decía: “Tadase y yo”. Lo abría y encontré varias fotos de ellos. En las últimas páginas encontré fotos de Amu besándose con Tadase. Estaba realmente enojado y furioso. Lo cerré de un golpe, lo dejé donde estaba, y luego fui a la segunda fila. Al fin encontré el dichoso pijama. Lo tomé de mala gana y regresé a la habitación.

− Ikuto, ¿Lo trajis- − Se lo tiré en las manos y me acosté en mi cama.
−¿Qué te pasa? – Me preguntó como si no pasara nada; bueno, en realidad ella no sabía que en su clóset había tenido varias sorpresas. 

−Nada, vístete rápido – Le di la espalda.

− ¿Quieres que me vista aquí? – preguntó temerosa.

− Para eso hay baño – le espeté.

− Es que…− ¿Qué había hecho ahora?

−¿¡QUÉ?! – estaba realmente enojado… ¿Por qué? No lo sé, quizás que estaba celoso, y jamás en mi vida se lo diría a la cara; mi orgullo me lo impedía, además, ella realmente no me gustaba ¿O si?

− El baño está inundado – Rayos y ahora me faltaba eso.

− ¿Qué le pasó ahora a esa mierda? – Amu me miraba con un poco de terror y curiosidad. 

− Cuando entré estaba así – me dijo casi como un susurro. Me dirigí al baño y efectivamente la cañería se había roto, y el baño parecía mar. Tuve que juntarla y en un intento de cerrarla de me abrió más, dejándome empapado, como si el mundo me odiara y todo me saliera mal. 

− ¡Maldita sea del demonio! – Grité furioso. Me tuve que sacar la camisa, dejarla a un lado y cortar el agua desde una manilla. Mis pantalones se mojaron un poco en la parte superior y mi trasero también ya que luego me senté en el suelo donde supuestamente estaba “seco” pero como mi mala suerte está viva hoy, quedé mojado ahí también. Salí del baño sin la camisa dejando mi torso al descubierto. 
Cuando salí del baño, Amu me miró de pies a cabeza y se sonrojó, como si nunca había visto a un hombre sin polera*…Pfff… que ridícula.

− ¡Ikuto! ¿Por qué saliste así? – Me preguntó. 

− Se rompió más la cañería – me puse en marcha hacia mi clóset de 4 puertas. 

− Ahh… − Saqué una toalla y unos pantalones. Me empecé a sacar los pantalones como si no hubiera nadie.

− ¡Vístete en otra parte! – sentí que me gritaba Amu.

Esta sería una gran oportunidad de molestarla.

AMU POV.

¿Qué se creía? ¿Stripper? Oh no… aunque su cuerpo no está nada mal… ¡Pero qué estás pensando Amu!

Me di vuelta rápidamente antes de que viera algo que no me convenía. 


− ¿Pero qué te pasa? Esta es MI pieza si no se te olvida, así que puedo pasearme desnudo las veces que quiera y cuando quiera – No podía contraargumentar. Estaba perdida, mi única opción era quedarme ahí. Ni si quiera había podido vestirme. Sentí que sus pantalones caían al suelo y de la nada me sonrojé y me tensé. Sentía que se dirigía a mí y un escalofrío recorrió mi espalda completa. No estaba equivocada, me abrasó por la espalda pegando su pecho en mí. Sentir su cuerpo hacía que me ponía los pelos de punta.

−¿Es que acaso te molesta tanto? – me preguntó. ¿Qué si me molestaba? Si soy sincera… no se podía describir en palabras. Para zafarme, corrí hasta el otro lado de la habitación. Ikuto obviamente me siguió. Llegué hacia la esquina entre la pared en la que estaba la puerta y la otra pared en la que estaba el clóset. Intenté correr por debajo de los brazos que me estaban acorralando pero me tropecé con el pantalón de Ikuto y se me resbaló la toalla de mi cuerpo, dejándome desnuda, una de las cosas que en el instante se me ocurrió fue abrasar a Ikuto, para que no me viera más de lo que vio. 

−¡No te muevas! – le grité; se quedó perplejo. No podía hacer nada, o por lo menos ahora. Miré a Ikuto. Estaba demasiado rojo. Como les dije anteriormente yo no soy completamente plana, de que tengo, tengo, y con eso supe porque Ikuto estaba tan rojo. Podía sentir como todos sus pensamientos más pervertidos pasaban por su mente. Algo al parecer lo estaba incomodando y sentía algo abajo, ahí en su entrepierna y mis muslos. Preferí no hacer comentarios ante eso.

Me miró detenidamente, como si me fuera a devorar con la mirada. Seriamente y decisivamente se acercó a mi rostro, ambos aún sonrojados y me besó. Cerré los ojos lentamente y dejé que él introdujera su lengua en mi boca. Poco a poco sentí que su mano recorría toda mi espalda hasta llegar a mi trasero. Yo en tanto, tocaba su espalda. Ikuto me empezó a presionar contra la pared. Nos separamos para tomar aire, luego me llevó hacia la cama en la cual me tiró encima y me observó. 

− Esto es muy vergonzoso – le dije intentando cubrirme con mis brazos. En cambio él me destapó con sus manos. 

− No lo creas así – me aseguró. Se puso encima de mí y me besó el cuello. Si no lo paraba ¿Quién lo pararía? Créanme que en este minuto, a mi tampoco lo harían, ambos ya perdimos la fuerza de voluntad de estar alejados uno del otro. 

Bendito y maldito celular.

Biiiipp… Biiiippp… 

Ikuto se levantó molesto, en especial cuando vio el número.

− ¿Ikuto… quién es? – Ikuto se convirtió en piedra, no supo responderme ni a mí, ni al teléfono. Puso el botón de colgar y se acostó al lado mío. Yo aún seguía sin ropa alguna, pero él había perdido el interés.
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*Polera= Es una playera osea la tela que una(o) se pone en el torso.

Gracias a todas las que me apoyaan en el blog, cuídense y gracias por los comentarios :D